Madre obsesionada (Madre/Hijo) - Relatos Eróticos

Madre obsesionada (Madre/Hijo)

... caliente contigo desde aquella tarde en que me encontraba tejiendo y en la galería y te vi yendo en slip desde tu habitación al baño. El bulto que marcabas en tu slip y el ruido de tu orina en el vater me volvieron loca. Desde ahí empecé a buscar cualquier excusa para entrar en el baño cuando te duchabas. Lo malo es que siempre te cubrías el pene con las manos, hasta hoy, qué belleza de hombre es mi hijito querido.

Y empezó de nuevo a manosearme el pene que luego de esa terrible mamada se había dormido.

Con las caricias de mi madre no tardó en despertar de nuevo y quería acción.

Por lo visto ella también porque no lo soltaba.

- ¿Mamá te gustaría sentirlo dentro tuyo?

- Ay hijito claro que sí, pero ya soy muy mayor. ¿Como quieres que aguante todo ese pitote que cargas hijo mío?

- Tu déjame a mi, solo relájate y disfruta.

La desnudé completamente ahí mismo y la llevé en brazos a su habitación.

Mi madre es muy menudita y no pesa nada.

Mientras recorríamos esos pocos metros nos íbamos besando.

La deposité en su cama y ella enseguida abrió sus piernas.

Le hice un rico sexo oral, y pese al pronóstico tuyo amigo, sí estaba bastante lubricada.

La hice gemir mientras le introducía mi lengua.

Luego le metí un par de dedos para asegurarme su humedad.

- Ya no aguanto hijo ....

- Apunté mi verga a su agujero y le metí media pija de golpe.

Si tanto lo había deseado ahí lo tenía.

Dió un grito ahogado y sin esperar a que se acostumbre la cogí con ganas.

Gemía como loca.

- Por dios hijito qué placer, ya no recordaba este gozo...

- ¿Te gusta mami, te gusta como me meto dentro tuyo?

- Si mi hijo, te siento dentro mío y era con lo que he soñado tanto.

No aguanté mucho más y acabé dentro de ella.

Por mi hubiera seguido, pero para ser nuestro primer encuentro no quería agotar las posibilidades y sabía que estaría dolorida tragándose mi verga.

Nos quedamos abrazados un rato y luego ella se fue a duchar, y luego yo.

Por la tarde mientras dormía la siesta la escuché narrarle por teléfono a su hermana (mi tía) lo que habíamos hecho. Cuando me levanté, me quedé en slips.

Fui a la cocina y la senté en una de mis piernas.

Nos besamos y me confesó que le contó a mi tía todo lo ocurrido.

- Hijito, te gustaría hacerle lo mismo que me hiciste a mi a tu tía querida.

- Pero mamá, ¿estás segura?

-Cuando se lo conté se enloqueció. Yo quiero verlos cuando lo hagan por supuesto.

Y con esas mismas, alli sentados en la silla, me la volví a coger, ella montada sobre mi con mi verga clavada hasta el fondo.

-!Ay! Mi hijo, ya no voy a poder estar sin esta ricura de verga dentro mio.

- Pues dale ma, que la vas a tener siempre que quieras.

Daba saltos como loca con mi verga clavada, hasta que la volví a llenar con toda mi leche...

Ella al sentirla de nuevo tuvo un orgasmo escandaloso y dijo cosas que acrecentaron aun mas el morbo y el placer que yo tenia en ese momento.

- Ay, mi hijo, ...