El abuelo de mi mejor amiga - Relatos Eróticos

El abuelo de mi mejor amiga

El abuelo de mi mejor amiga

Incluso a día de hoy, recuerdas experiencias de antaño, historias o anécdotas que vienen a mi cabeza por un simple comentario, visión de una escena, o sencillamente una imagen. Pero para ser sincero, no ha sido nada de lo anterior, sino una voz en la calle que me llamaba, darme la vuelta a modo de saber de quien se trataba.

Y aunque esa persona me reconoció, yo me quede mirándole extrañado, no reconociéndole para nada, aunque es cierto que muchos con los cuales he estado, ya ni los recuerdos. Ese hombre mayor, canoso, y con barbas de días, intentaba hacerme recordar, aunque al soltarme primero...

Y darle por preguntarme unas preguntas inapropiadas para estar en la calle, preguntas impropias de una persona como él, hacia mi persona, diciéndome...

O aquella otra tan comprometida, como...

Recordando, como avergonzado me da por cogerlo del brazo, y llevármelo a un lugar apartado, acabando por meterlo en ese portal. Mientras le hago saber que...

Soltar. Y escuchar, como este me hace recordar, cuando salía con aquella chica con tan solo diecisiete años, cuya nieta era suya, y que él, no me dejaba de machacar, pues no te veía ni como novio, y menos como el hombre de su vida.

Recuerdos que, logran venirme a la memoria, esté mismo recordarme el ocaso de mi relación, cuya única culpa fue suya, pues no dejaba de bombardearla, ni te dejaba en paz. Soltándome...

Relatarme, mientras sentía una de sus manos magrear mis nalgas, y continuar, alegando...

Soltar, y afligido decirme...

Acaba, mientras siento mis piernas flaquear, ya que, no debido a otra cosa que, a ese vejestorio, sentir como ya con sus dedos presionaba mi orificio, al tiempo que su boca, besaba y babeaba mi cuello... ooohhh!!. Y al tiempo que me come la oreja, darle por susurrarme aquello de...

Decir, y dejarme que meta su mano entre la cinturilla de mi pantalón y la cintura, mano áspera y castigada por el tiempo, que siento como desciende hasta mi orificio, y como ese dedo corazón, comienza a presionar... ooohhh!!. Soltándome...

Palabras que va colaboradas con hechos, no ya como me muestro, sino al sentir mi mano magrear su verga sobre su pantalón, polla que debo decir que a pesar de los años, esta se muestra bien dura... uuummm!!.

Y darle por desabotonar los botones de mi camisa, cuya boca la posa sobre mi pecho, y sus labios alternar el cuello con mis tetillas... aaahhh!!. Volviéndole a escuchar, proponerme...

Escuchar, y verme tentado, saliendo de mi boca un ‘NO’. Y el mismo recordarme...

Pero bueno, mejor lo dejo aquí, y más adelante ya os diré, como acabe, pues desde aquí, comenzare, aquel relato que publique el pasado 25/Mar/2022; y que ahora re-subiré. Vez que gracias a Dios hace muchísimo tiempo, cuando conocí al abuelo de una de mis ex, personaje aparentemente entrañable, uno de esos que le daba por decir, aquello que le pasaba primero por la cabeza.

Persona cabrona por naturaleza que, no dejaba escapar la ...