Descubriendo a mi cuñada (II) - Relatos Eróticos

Descubriendo a mi cuñada (II)

Si bien recordáis terminamos la otra vez corriendose ella en mi boca, dándome un beso superdulce y diciendo que ahora le tocaba a ella...

Me volvió ha besar, pero esta vez no fue un beso dulce, ahora me metió la lengua hasta la campanilla, estaba deseosa de sexo. Era su marioneta, podía hacer conmigo lo que quisiera, así que decidí controlar un poco la situación. Quería volver a acariciar esas maravillosas tetas, así que metí mis dos manos por debajo de su pijama y juguetee con sus pezones para ponerlos duros.

Ella - ¿Te gusta jugar con mis tetas? ¿No sabía que fueras tan bueno con las manos, y claro está con la lengua?

Yo- Me encanta jugar contigo, si llego a saber esto antes que guarradas no te abría hecho ya... (Ya me daba igual, yo estaba excitadisimo, y tener cuidado con lo que dijera ya no cambiaría nada).

Se mordió los labios, sonrió y mientras con una mano me giro la cabeza para mordisquear mi oreja, con la otra mano me cogió el rabo que claro está lo tenía durísimo.

Me susurró al oído: - Ahora seré yo quien consiga su ansiado premio en la boca.

Recorrió con su lengua mi cara hasta llegar una vez más a mi boca, volvió a besarmela lascivamente, y empezó ha bajar, para parar unos segundos a lamerme los pezones, y siguió bajando hasta llegar a mi entrepierna, y empezo ha jugar por encima de mi pijama acariciando mi poya con su cara. Yo ya no aguantaba más, así que decidí bajarme la ropa hasta los tobillos, me miró a los ojos y sin apartarlos de mi se metió toda mi poya hasta el fondo. Madre mía!!!! Tenía a mi cuñada haciéndome una mamada bien rica, se la sacaba y se la metía sin dar descanso. Una de las veces que se la saco agarre mi poya para jugar con ella, y pude sentir como estaba llena de sus babas. Puse la punta en su boquita para que la supcionara.

Yo- ¿Te gusta que te den bien con el rabo en la cara?

Ella- Me encanta chupar una buena polla, y que me deje dentro de mi boquita toda su lefa.

Yo- Pues no te cortes, sácala toda que es para ti.

Me sentó en el sofá, me abrió de piernas, puso sus brazos sobre mis muslos, y en esta ocasión se metió muy despacio toda mi poya en su boca, notaba como con su lengua jugaba con ella. Se la sacaba cogía aire y se la volvía a meter. Cogí su cabeza y empecé a follar su boca. Mi única meta era correrme en su boca. Tenía unas vistas maravillosas de como mi poya se perdía entre sus labios y volvía a aparecer brillante por sus babas.

Yo- Lameme los huevos.

Ni se lo pensó, saco mi rabo de su boca, y empezó a darme lametazos en los huevos, mientras que con una mano me hacía una paja. Me tenía cachondosimo.

Ella- ¿Te gusta?

Yo- Bufff me tienes a punto de caramelo.

Ella- Pues prepárate, viene lo mejor.

Me puso de nuevo en pie, ella de rodillas abrió la boca y empezó ha pajearme.

Ella- Quiero toda tu lefa en mi boca.

Quería mi lefa en su boca!!!! ¿Quién era yo para negarle algo así? Agarre mi poya y empece a pajearme con energía. Podía sentir su aliento en ...