1. Rompiendo la monotonia


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: marori69, Fuente: RelatosEróticos

    ... perder y quitárselo todo, sin pudor, dejando a la vista su recién y perfectamente perfilado coñito, mientras hacia un pequeño contoneo. Yo esperaba que mañana no se acordara de nada, porque sabía que se iba a morir de vergüenza.
    
    Después perdí yo, y medio empalmado por la situación, me quite el bóxer, mientras Silvia y Vanesa animaban como si estuviesen en un espectáculo de boys. Jamás vi a mi mujer en ese plan, y la verdad, me excitaba
    
    Al final gano Silvia las 2 partidas siguientes, acabando mi cuñado desnudo también, y Silvia, como ganadora, dijo que todos teníamos que darle un beso, y pensaría en
    
    quedarse como nosotros, desnuda, si le satisfacían. Mi cuñado le dio un profundo y largo beso, yo me acerque sin saber muy bien que iba a hacer, pero Silvia tomo la iniciativa y me metió la lengua hasta el fondo un buen rato, lo que acabo de hacer estallar una erección en mí, como hacía mucho tiempo no tenia. Le tocaba a Vanessa, que ni corta ni perezosa, se tiro a la boca de su cuñada. Esa imagen provoco en Manuel una erección y en mi una excitación tremenda. Silvia se quito el resto de la ropa, y lucio totalmente depilada, al igual que mi cuñado. En ese momento nos fuimos al sofá, cada uno con su pareja, y empezamos a besarnos y tocarnos por todas partes, totalmente excitados y fuera de sí, por lo que decidimos irnos a los cuartos.
    
    En mi cabeza rondaba algo hacía tiempo, y decidí poner en juego, visto lo desinhibida que estaba Vanessa, mi fantasía. Le sugerí atarla a la cama, a lo que no se opuso, y así lo hice. Con unos cinturones ate sus piernas separadas a las patas de la cama, y con otro, las dos manos juntas, por encima de su cabeza, al cabecero. Usando un pañuelo grande de su armario, le vende los ojos. Me aparte un poco para disfrutar del espectáculo. Su delgado cuerpo, completamente desnudo e inmovilizado, sus pezones duros y erguidos, las piernas completamente separadas con su vagina abierta, expuesta, brillante por la excitación, y el contoneo sensual de su cuerpo, expectante, indefenso, sin saber que le iba a pasar. Me entraron unas ganas tremendas de follarmela directamente. Pero me resistí. En silencio salí en dirección al cuarto de mis cuñados, pero cuál fue mi sorpresa, cuando los encuentro tras la puerta, observando lo que hacíamos. Les hice un gesto para que entraran, lo que hicieron inmediatamente. Manuel se echo la mano a su erecto pene, mirando a su hermana en esa situación, y Silvia me miro, mientras se acercaba a la cama y comenzaba a mordisquear los pezones de Vanesa, que respondió con un gemido y retorciéndose de placer. Manuel, sin ni siquiera buscar una mirada de aprobación en mi, se dirigió al otro lado de la cama, y comenzó a acariciar las piernas a su hermana, que por un momento, puso expresión de que algo no le cuadraba, pero cuando la mano de Manuel, comenzó a acariciar su vulva, y su boca succiono su otro pezón, la expresión se convirtió en rostro desencajado de placer y gemidos.
    
    Me uní a la fiesta, ...
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