Una chica punk en una aldea
Fecha: 16/10/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos
... metió unas lamidas de abajo a arriba entre los labios y después en el clítoris que la dejó deseando polla. Viendo que era un experto comiendo coños, le preguntó:
-¿A quién le comiste el coño antes?
-A la Dolores, mis dineros me costó.
Tomasa no hizo más preguntas. Se quitó la camiseta. Javier supo que se dejaba. Le quitó las botas, los calcetines y el pantalón, ya que bragas no llevaba. Tomasa le puso la pierna derecha sobre el hombro. Javier le clavó la lengua en el coño, y después apretó la lengua contra él y lamió de abajo a arriba, cada vez más aprisa.
-¡Me vas a hacer correr, cabrón!
-Para eso te la como.
Le echó las manos a su pequeño y duro culo. Le dio un azote, dos, tres, cuatro, cinco. Tomasa se corrió cómo una fuente y diciendo:
-¡Qué buenooo!
Javier se hartó de tragar los jugos de una inmensa corrida.
Al acabar de correrse de tanto temblar no la sujetaban las piernas, la echó al hombro y la llevó a su cama. En el camino le dijo Tomasa:
-Pareces un hombre de Cromañón.
-Pero soy un hombre de Castro de Arriba.
Al llegar a la habitación la echó sobre la cama y se desnudó. Tenía un cuerpo de gimnasio hecho en las huertas, por tener tenía unos pectorales y una tableta más marcada de lo que la tenían muchos culturistas, o sea, que tenía un cuerpazo, aunque la polla la tenía normalita, unos dieciséis centímetros, y ni gorda ni flaca. Tomasa se levantó, se la agarró, la metió en la boca y le dio una mamada, Javier, mirándola anonadado, le dijo:
-¡Qué puta!
Tomasa se sorprendió. Miró para arriba y meneándosela, le preguntó:
-¿Nunca te la habían chupado?
-No encontré ninguna tan puta cómo tú.
-Delicado no eres.
-Sabes que no, soy Javier.
Siguió meneándola y mamando... Debió ser por la novedad, ya que Javier se corrió en la boca de su prima en segundos.
Al acabar de correrse Javier, Tomasa se levantó y le dijo:
-¿A que soy más puta de lo que pensabas?
-Lo que eres es una cerda de carallo, pero si hay algo que me guste son las cerdas.
Con la polla dura y mirando al techo cogió a Tomasa por las nalgas y la levantó cómo si fuese una pluma, se dio la vuelta, la arrimó a la pared y le clavó la polla hasta las trancas. Tomasa rodeó su cuello con los brazos y sus piernas con las suyas y apretó su cuerpo contra el de su primo para rozar el clítoris contra él mientras la subía y la bajaba y se la metía y se la sacaba. Lo besó con lengua y Javier volvió a reaccionar a su manera.
-¡Eres muy, muy cerda!
Se dio cuenta que era su primer beso con lengua.
-¡Calla y folla, bruto!
Sonrió y le dijo:
-¿A qué si? Soy el más bruto de la aldea.
La subió y la bajó cómo si fuera un ascensor estropeado... Pasado un tiempo de besos y de mete y saca, el coño de Tomasa goteaba y tenía el interior de los muslos empapado con sus jugos. Sintió que se corría. Su coño apretó la polla y su cuerpo se tensó, sus ojos se cerraron, echó la cabeza hacia atrás, y dijo:
-¡I´m coming!
Javier ...