1. Culos que valen oro


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Shrink2b, Fuente: TodoRelatos

    ... solo para su lengua, su boca y sus ojos. La otra mano del Doctor acariciaba su deseable trasero. Ella volteaba su cara hacia un lado expresando su desagrado de tener a un hombre de 45 años encima de ella, tocándole su culo y lamiéndole sus tetas.
    
    Volví a la sala dispuesto a salir de la suite donde mi hija y mi esposa empezaban a ser preparadas y vi como Claudia tenia ya levantada su falda y su tierna tanga rosada era visible. Por supuesto el Doctor Martínez seguía comiéndose sus tetas mientras que sus manos recorrían libremente las redondas nalgas de Claudia y trataban de desplazar su tanga hacia un lado.
    
    Salí de la suite y baje al bar donde tome un Martini en las Rocas. Pensé que si ellas pasaban por esta humillación, yo debía estar allí y no mostrar ninguna debilidad, por lo que me arme de valor y decidí regresar a la suite.
    
    Abrí la puerta y entre dispuesto a acompañar a mi esposa y mi hija en esta prueba tan difícil. Y vaya que prueba. Sobre el mismo sillón seguía sentado el Doctor Martínez disfrutando del cuerpo de mi esposa. Ahora ambos estaban totalmente desnudos y su ropa tirada sobre el piso a un lado. El seguía ocupado comiéndose los pechos de Claudia mientras que ella se mecía sobre su abdomen descargando su cuerpo sobre el de el. Baje mi vista y entre las nalgas de ella se veían las bolas de él colgando de la parte baja del pene. Era notorio que su verga tenia puesto un condón. El resto de su tronco no se veía puesto que permanecía oculto dentro de la vagina de Claudia. Por sus pausados y lentos movimientos me di cuenta que ambos ya se habían venido y que habían tenido un fantástico orgasmo.
    
    Quien aun no terminaba era el Doctor Jiménez.
    
    -"Jimena... Jimena... me vengo....... arghhhh.... arrrghhhh... uyyy que ricura.... Dios mioooo...", fueron los gritos que escuche en ese preciso instante.
    
    Me dirigí a la suite y allí Jimena estaba como me la imagine, así como cualquier hombre la desearía tener, en especial por lo atractivo de su cuerpo y su perfecto culo. Su delicado vestido estaba sobre el piso junto con su tanga de color blanco. Ella estaba en posición de perrito sobre la cama, completamente desnuda, sus hermosas tetas bailaban con el movimiento de su cuerpo y aferrado a su cintura, por detrás de ella, con la totalidad de su verga dentro de su vagina, el Doctor Jiménez gritaba y se sacudía celebrando esa monumental derramada, levantando su cabeza al techo cerrando los ojos y viviendo un instante único mientras que su abdomen se sacudía sin control y su verga llenaba, con chorros de semen, el condón que el tenia puesto. Mi hija se veía muy sexy, su cabello suelto se mecía con las sacudidas de su cuerpo, sus manos se aferraban a las sabanas y su hermoso trasero parecía que se hubiese quedado pegado al abdomen del hombre que la clavaba. Ese maldito bastardo expresaba en su rostro lo maravilloso que se sentía al explotar su verga dentro de ella en esa posición de perrito. Mi hija con sus ojos cerrados expresaba el placer ...
«12...456...19»