1. Sueño lésbico


    Fecha: 13/10/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... siempre había pensado que dormir juntas no tenía mayor importancia, puesto que era algo muy común entre amigas, pero le iba a costar mucho tenerla a su lado plácidamente dormida, con ese olor tan agradable, tan dulce, y contenerse el deseo de darle un abrazo sin que pareciera algo más.
    
    No sabía que le ocurría con ella y tampoco si María compartía ese comedero de cabeza.
    
    Llego el día y el concierto fue estupendo. Exultantes por el ambiente, la música y las copas hicieron que las horas rápidamente y el concierto llegó a su fin. Caminaban por la calle para llegar al piso de María, que vivía sola, el lugar no era demasiado ostentoso, tipio piso de recién mudada, pero si acogedor y agradable, el frío apretaba y el modelito que lucían no era demasiado apropiado a la temperatura reinante. Apresuraron el paso.
    
    Raquel llevaba puesto un vestido negro ajustado, muy cortito y una chaqueta, con sus tacones y la melena de pelo negro y sedoso deslizándose por sus hombros.
    
    María llevaba un vestido igual pero blanco, era su opuesto, también con una chaqueta y tacones blancos a juego, preciosa, pelo castaño largo, parecía un ángel...
    
    Iban muy conjuntadas y muy monas, y con aquellos modelitos ajustados a sus curvas, los hombres las miraban con deseo y las mujeres con envidia. Estuvieron andando unos diez minutos y por fin llegaron al piso. Se dirigieron a la habitación, pusieron la calefacción a tope y se desvistieron. Era la primera vez que se veían en ropa interior y ambas se sonrojaron un poco. Se sumergieron bajo el edredón de plumas. Estaban un poco tensas, y a María le pareció una buena manera de romper la tensión el comenzar a hacerle cosquillas a Raquel.
    
    Entre risas y carcajadas, por algún motivo pararon radicalmente y se quedaron mirándose fijamente. Los ojos color verdes de Raquel se perdían en el azul eléctrico de los ojos de María, sus rostros estaban a pocos centímetros y un segundo después sus labios se rozaron por primera vez, fue un beso fugaz, un piquito, suave y delicado a la par que tímido. Ninguna de las dos sabía cómo iba a reaccionar la otra. Sentían que sus corazones iban a reventar de un momento a otro por el torrente de emociones que las embarga. Lejos de arrepentirse de lo que acababa de suceder, las dos amigas se sintieron más unidas y se abrazaron como si lo necesitaran para seguir vivas. El roce de sus pieles les producía miles de sensaciones nuevas y continuaron besándose. María paseaba su lengua tímidamente por los labios de Raquel, se fundieron sus bocas en un caos de tensión contenida que desembocaba en pasión sin medida distribuida por sus besos.
    
    María paseaba sus manos lentamente por la espalda de su amiga, memorizando cada centímetro, acariciándola con delicadeza extrema, saboreando el tacto de su piel de melocotón mientras seguían besándose. Bajo aquel edredón, la temperatura subía y subía cade vez más.
    
    Disimuladamente María le desabrochó el sujetador y liberó sus pechos, equilibradamente compuestos, ni ...