1. Intercambio en el Adriático


    Fecha: 12/10/2019, Categorías: Hetero Intercambios Lesbianas Autor: madame sonia, Fuente: SexoSinTabues30

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    Intercambio en el Adriático
    
    Una escapada de una semana, un hotel en la playa y mucho ánimo para pasarlo bien, elegimos de nuevo una pequeña cala en una zona tranquila fuera del bullicio de sombrillas y juegos en la playa, solo nuestro hotel, casitas blancas de antiguos pescadores y dos edificios de apartamentos no demasiado altos, con un mar color turquesa y algún que otro restaurant de playa para tomar un pescado y un vino blanco bien frio.
    
    Llegamos en la tarde, casi noche, nos instalamos en una habitación bien linda con vistas al mar, nos dimos un refresco y bajamos a un restaurant junto playa , música en vivo y decoración tipo tropical con cañas y velas, habíamos conseguido una mesa en este lugar tranquilo, junto a nosotros una pareja, ella rubia, con la piel clara aunque algo tostada por el sol, el coincidía que estaba de espalda a mí, nos saludamos, la velada transcurrió tranquila, después del día de ajetreo y vuelos nos apetecía retirarnos pronto, por lo que acabamos la botella de vino y un postre compartido y nos marchamos a descansar.
    
    Ya en la mañana, al llegar a la playa coincidimos con la pareja de la cena, el día estaba brillante, el mar de un azul intenso, colores que son habituales en la costa del mar adriático a principio del verano, nos instalamos, extendiendo las toallas sobre las colchonetas de la cama balinesa, las cortinas de loneta blanca están recogidas, el sol aun no era abrazador, nuestro vecinos de playa estaban haciendo lo mismo, ella con un cuerpo de los denominados curvy, el no puedo decir que atlético, pero bien, con un aire varonil, eran algo más jóvenes que nosotros, percibí como mi esposo miró a ella, era ese tipo de chica que resulta tan sensual sin ser extremadamente delgada, su pecho más bien abundante en un pequeño bikini blanco, el hecho de ser joven le hacía que fuera su mejor arma, me saqué el vestido de malla, y me quedé solo con el bikini negro, había elegido uno anudado al cuello con la intención de soltarlo para que no me quedará marca en el bronceado, nos pusimos crema, mi marido soltó el cordón y el bikini cayó, dejo mi pecho desnudo, no me preocupé demasiado, era una práctica habitual, y las cortinas nos protegían ante las miradas de los vecinos, o eso pensé, cuando me giré me di cuenta que los dos me miraban mientras mi marido me ponía crema bronceadora, después volví a colocar el bikini en su lugar sin anudarlo al cuello, solo los pequeños triángulos de tejido cubrían parte de mis tetas, la mañana transcurrió entre pequeños baños en el agua transparente, siempre coincidamos con nuestros vecinos, unas veces, ella y yo, otras ella y mi marido o él y yo, nos sonreíamos en cada coincidencia, a media mañana el camarero les trajo una botella de champagne, los vimos brindar, esa botella dio paso a otra, cuando brindaban nos miraban y nos saludábamos mutuamente con gesto sonriente, nuestro comentario fue:
    
    Pensamos que están pidiendo una tercera, pero nuestra sorpresa fue que cuando llegó el ...
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