1. Me follo al marido de mi prima


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Gays Autor: sustituto, Fuente: SexoSinTabues30

    Soy un chico de 34 años. alto y de complexión delgada,pero con una buena polla. Siempre he tenido fantasías con mi prima. Es una mujer madura, de unos 45 años, no muy alta, pero muy culona y con unas tetas bien firmes. Un día se presentó con unas medias de rejilla y allí despertó mi deseo sexual por ella. Muchas veces me he pajeado pensando en ella y en como me gustaría follarmela. Pero desde hace un tiempo también me imagino que su marido también participa. Me gusta hacerme buenas pajas pensando en como me la follo mientras él nos mira, incluso tengo fantasías con él. Tenía muchas ganas de hacer realidad este sueño, así que un día que estábamos el marido de mi prima y yo sólos, me atreví a entablar conversación con él.
    
    – ¿Alguna vez habéis hecho un trío?
    
    – No, y mira que me gustaría. ¿Tu?
    
    – Tampoco, y es una de mis fantasías.
    
    – ¿Me lo preguntas por algo? – dijo intentando hacerme decir lo que ya intuía.
    
    – Bueno, estoy pensando que si tu tienes ganas y yo también, podríamos hacer uno juntos.
    
    Yo estaba pensando en hacer un trío con él y mi prima, pero él pensó que hablaba de hacerlo con mi mujer. Ella es más joven que ellos, de mi edad, alta y delgada con un cuerpo espectacular, pero ni en broma haría un trío con nadie y menos con el esposo de mi prima.
    
    – crees que Belén estaría de acuerdo con esto?
    
    – ¿Cómo? Belén? no, estaba pensando… un momento: ¿te pone caliente mi esposa?
    
    – Bueno, sí – dijo comedido- esta bien buena
    
    Yo intenté mostrar mi asombro, pero por dentro estaba excitadisimo. Ni me había pasado por la cabeza esta posibilidad, pero me estaba dando una calentura que me había puesto la polla a mil. Así que decidí seguir por ahí.
    
    – así que te gusta mi mujer… ¿te has pajeado pensando en ella?
    
    – no, eso no! – dijo en tono de indignación
    
    – Vamos, quiero la verdad. no me voy a enfadar.
    
    – Bueno, puede que alguna vez me la haya cascado pensando en ella
    
    – Y qué te imaginas que hacéis?
    
    – Me imagino que me la chupa sentada en una silla, mientras yo estoy de pié.
    
    – Y qué más?
    
    – Me gusta imaginar que me cabalga como una yegua y que se la meto a cuatro patas.
    
    – Y que le das por el culo?
    
    – Sí! me imagino metiendo mi polla en el estrecho culo de tu esposa y en como grita que le dé más y más.
    
    – Sigue.
    
    – Y me imagino como me corro en su cara, en como lo relame todo y me la deja la polla reluciente.
    
    – Joder no está mal.
    
    Yo estaba cachondísimo y él ya no podía disimular su enorme erección que se le marcaba en el pantalón. era como un bañador y parecía una tienda de campaña
    
    – Joder, Miguel, esto que me has contado me ha puesto cachondísimo. y por lo que veo, tu también – dije
    
    – Sí, y mola que no te enfades. ¿Crees que podría hacer algo con ella?
    
    – No creo, está muy lejos de todo esto, pero igual podemos encontrar otra solución.
    
    – No te sigo…
    
    – ¿Por qué no te la sacas? tampoco es bueno que te quedes con las ganas…
    
    Se puso de pié y se bajó el bañador. No llevaba ...
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