Hijo nervioso (Madre-Hijo) - Relatos Eróticos

Hijo nervioso (Madre-Hijo)

... las caderas a manosear y apretar mis nalgas, lo que sin dudas comenzó a causar sensación, en mi zona íntima, que además era presionada, por el miembro de mi hijo, que movía sus caderas como si quisiera penetrarme con la ropa, porque estaba sumamente caliente y como pudo, sin que me diera cuenta me fue llevando hasta su cuarto donde me quito el vestido que llevaba puesto.

Mientras que yo comencé a quitarle el pantalón, y una camiseta holgada que traía. Pero no se conformo solo con eso sino que ya cuando solo tenia la ropa interior, bajó mi calzón, abrió mis piernas y aunque le decía que no podía hacerlo, comenzó a lamer mi sexo con desesperación, haciéndome gemir de placer.

Ni en los 18 años que lleve casada con mi ex marido me habia sentido también, me sentia mujer nuevamente, y cuando me hizo alcanzar el primer orgasmo que habia tenido en varios años, mi hijo se subió sobre mi y me puso su miembro en la cara, haciéndome intuir que deseaba que le devolviera el favor,.

Su verga que casi llegaba a medir los 20 cm que era la talla de su padre, entró en mi boca luego de sentarme en la cama, pero luego de como tres minutos haciendo un oral a mi hijo, el empujó mi cabeza contra su entrepierna meintras que movía su cadera de atrás y adelante, hasta que en una última estocada dejo que su verga fuera hasta el fondo de mi garganta para comenzar a depositar su semen en lo mas profundo de mi garganta.

Cuando terminó su pene volvió a estar flácido y yo lejos de estar disgustada, estaba mas excitada que nunca y por instinto abrí mis piernas dejandole ver mi sexo, entonces el se avalanzo sobre mi y intento penetrarme un par de veces sin éxito, ya que su verga no estaba lo suficientemente dura todavía.

Estábamos siendo movidos por mero instinto, hasta que mi hijo me dijo "quitatelo", hablaba de mi sortija de matrimonio y entonces el volvió a hablar diciéndome

"el no regresara, quitatelo y seamos solo tu y yo para siempre"

Las palabras de mi hijo me hicieron sentir una calidez muy agradable, lo obedecí y me quité la sortija.

Entonces el me penetró con todas sus fuerzas y comenzamos a dejarnos llevar como dos animales en celo.

Luego de un tiempo de follar e con verdadera pasión, le pedi a mi hijo que parara, pero no me hizo caso, me dio la vuelta y me puso en cuatro para luego penetrarme con mas fuerza todavía.

Me rodeó el vientre con sus brazos mientras sus caderas me arrancaban gemidos de placer que en mi vida pensé que saldrian de mi.

Así me mantuvo por otro largo rato, hasta que por fin terminó llenandome con su semen en un orgasmo simultáneo de verdadera locura.

Ahora esta dormido.

Yo apenas, puedo moverme, me tiemblan las piernas y la semilla de mi hijo escurre de mi sexo por mis nalgas.

Me siento plena, como no me podía imaginar.

Ahora tengo un pensamiento seguro en mi mente, el de volver a sentir el placer que sentí el dia de hoy.

Asi fueron las cosas Tomás, espero que eso te sirva y gracias por unirnos más, ...