1. Carlota y yo, Clara


    Fecha: 07/10/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Amor clandestino, Fuente: TodoRelatos

    ... esbelto cuerpo acariciándolo y en un momento dado, me quita lentamente el camisón y la ropa interior, dejándome completamente desnuda, mientras ella sigue vestida con su conjunto de lencería blanca. Entonces, empieza a besar y a masajear mi cuerpo con aún más avidez. Puedo sentir el sensual movimiento de su cuerpo en mi espalda. Puedo sentir sus grandes pechos y sus pezones endurecidos y la humedad de su excitación debajo de sus braguitas pegada a mí. Mientras me masajea, empieza a tocarme los pezones cada vez más. Las dos estamos suspirando.
    
    Tras media hora masajeándome y besándome como si no hubiera un mañana, su mano empieza a bajar lentamente hasta mi entrepierna, completamente depilada y muy húmeda. Empieza a estimularme lentamente. Sus grandes y largos dedos pasando suavemente por mi clítoris y seguidamente dentro de mi vagina hacen que me mueva con aún más avidez y sensualidad, casi podría decir que cabalgándola, y que suspire de placer cada vez con más intensidad. Con dos de sus largos y gorditos dedos dentro de mí me siento más que satisfecha. Tiene una mano estimulando mi entrepierna y otra acariciando mi vientre, mi abdomen, mis pechos y mis pezones. Está más de media hora masturbándome. Sigo sintiendo su sensual movimiento chocando sus caderas con las mías y frotándose con mis nalgas y su tremenda excitación y humedad entre mi espalda y mis nalgas, a la vez que siento su tacto en mis zonas más erógenas. La excitación que siento hacia ella es cada vez más intensa, cada vez va subiendo más y más, hasta que acabo estallando de placer. Justo antes de llegar al clímax, busco rápidamente su boca y la beso apasionadamente. Mientras nos besamos, siento un intenso y largo orgasmo recorriendo todo mi cuerpo, ya no solo entre mis piernas.
    
    Cambiamos de postura cayendo yo rendida acurrucando mi cabeza encima de su pecho. Ella me acaricia el cabello y me va besando el cuello, la frente y las mejillas.
    
    Pasados unos minutos, nos levantamos de la cama para tomar un poco el aire y yo me vuelvo a poner el camisón. Vamos a la cocina a beber un poco de agua. Entonces, aprovecho. Yo he terminado, pero ella aún no. Y aún sigue muy excitada, algo que sobre todo siento cuando después de beber agua, se vuelve a poner detrás mío abrazándome por la espalda y besándome sin parar desde detrás. Entonces, yo me vuelvo hacia ella y le doy un apasionado beso en los labios. Mi cuerpo se vuelve a activar de nuevo hacia ella. Acto seguido, le digo:
    
    –No hace falta que te agaches para llegar a mí... Tú ponte recta, tranquila... Relájate...
    
    Entonces, cojo un taburete de los que hay en su cocina y me subo a éste para poder llegar a ella. Le acaricio su hermosa cabellera larga, le beso con delicadeza y a la vez apasionadamente las mejillas, los labios, sigo por el cuello, los hombros... Ufffff... Como he dicho, Carlota es una de esas personas que tienen casi siempre la piel caliente, pero ahora, más que nunca antes, su blanca piel arde, algo que se nota en el ...
«12...678...»