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Con nene de 6 en comunidad rural.
Fecha: 07/10/2019, Categorías: Gays Masturbación Autor: Tio64, Fuente: SexoSinTabues30
En esta ocasión traigo a ustedes el relato de cómo inicié a un nene de 6 años en una comunidad rural. La familia con la cual comía tenía un nieto a su cargo, huérfano de nadre y con su padre en EEUU, llamado Martín, de 6 años, güerito, delgadito, del cual me gané su confianza al ayudarle con sus tareas y regalarle golosinas ocasionalmente. Cierta noche de fin de semana que me quedé solo, fui a cenar y se me hizo tarde platicando con el abuelo. Me preguntaron si no me daba miedo quedarme o irme solo hasta mi casa, ya que ni había el servicio de energía electrica aun. Yo les respondí que no, wue lkevaba mi lampara para alumbrarme el camino y fue cuando la abuela de Martín comentó: –Si quiere, llévese a Martincito para que le haga compañía y no duerma solo. — No es necesario, además, ya está dormido… — Pues si quiere, orita lo despierto y visto para que se vaya con Usted a dormir. Acepté, pues el niño me agradaba y gustaba mucho, y porque tenía tiempo deseando una oportunidad de estar a solas con él para… Así que lo despertaron, vistieron y despidieron, yo lo tomé de la mana y cuando me retiré lo cargué y abracé un rato, luego, lo subí a mis hombros y así llegamos a la casa. Me cepillo los dientes y puse un pantalón sin ropa interior. Él se acostó con su ropa de diario, pantalón y camisa. Conversamos un rato, y colo vi que tenía sueño, apagué la vela que nos alumbraba y le di las buenas noches. Rato después y debido a los movimientos y roces de nuestros cuerpos, me comencé a eructar y sacando mi pene del pants, comencé a masturbame lentamente.. De pronto, él se acostó boca abajo y sin querer toqué sus nalguitas y nació en mí el deseo de seguir tocándole mientras él dormía. Después, desabroché su pantaloncito y metí una de mis manos para tocar sus cachetitos. Encendí la lámpara de mano y bajé su pantalón y calzoncito para deleitarme con esa rica vista mientras lo tocaba y me masturbaba.. Decidido a más, abrí sus nalguitas para ver su tesorito: su rico botoncito rosadito virginal y eso me llevó a desear frotar mi pene hasta correrme en sus nalguitas y anillito. Lo limpié muy bien, y subí su calzoncito y pantalón. Al día siguiente despertamos abrazados como si nada hubiera pasado. Me vestí y arreglé para ir a desayunar a su casa. De paso, le compré unas frituras y un refresco en una tienda pequeña y le agradecí haberme acompañado. Y como mis compañeros llegaban hasta el lunes pir la mañana y era domingo, lo llevé a dormir de nuevo conmigo y aproveché para deslecharme en él mientras dormía. Así varios fines de semana, hasta que… Hasta aquí mi relato, espero sea de su agrado.
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