1. Una pijamada con Tavito


    Fecha: 06/10/2019, Categorías: Gays Autor: Sonic13, Fuente: SexoSinTabues30

    ... sentía que era suficiente me puse más saliba y me separé las nalgas con las manos, cuando de repente hizo algo que no esperé y empezó a lamer mi ano. Esa sensación era nueva para mí y en realidad me gustó, su lengüita lamía mi culo peludo y por ratos subía a mis huevos para mamarlos, supongo que de tantas veces que yo sé lo había hecho él ya había aprendido. Tavito estuvo un rato chupando mi culo cuando de repente se acomoda y sentí como su piquito rosaba mi entrada. La verguita de Tavo era pequeña, totalmente normal para un niño, así que no sería problema y empujando un poquito se enterró completo en mi ano. La sensación no fué muy de mi agrado, pero a tavito si le gustó, lo veía en su cara, apretó la boca y acto seguido empezó moviendo sus caderas cogiendome con su verguita entera entrando en mi culo. Siendo sincero me gustaba, pero no dejaba de ser raro para mí, tavito se movía a buen ritmo dando su primer follada, más no duró demasiado cuando soltando un bufido tuvo su orgasmo, se quedó unos segundos con su pequeño pene dentro de mi y me la sacó, entonces yo bajé las piernas y se acostó sobre mí acomondándo la cabeza en mi pecho. – Te gustó?- Le dije, y él contestó que sí con la cabeza. – Pero me gusta más cuando tú me lo metes- Dijo, y levantando la cadera se sentó en mí verga y se la enterró al completo. Haber tenido a tavito cogiendome era extraño para mí pero excitante a la vez, así que con eso había sido mas que suficiente para que estuviera de nuevo como piedra y ahora el pequeño saltaba en mi verga follandose él solito soltando gemidos a voz baja. Yo estaba maravillado con lo caliente que era este pequeño y jalandolo de los brazos lo acomodé en mi pecho para yo relevar los movimientos y ser ahora quién se lo cogía con velocidad. Procuraba no enterrarle la verga entera para no hacer ruido con el golpeteo de nuestros cuerpos y ambos reprimíamos los gemidos y jadeos soltando solo pequeños soniditos ahogados de placer. Seguía cogiendo a tavito a ritmo seguro cuando sentí que sus uñitas arañaban mi hombro y su recto se contraía apretando de forma extremadamente rica mi falo. No duré mucho más cuando yo también empecé a palpitar con mi verga inflamada dentro de su culo soltando todo mi esperma. Estábamos disfrutando nuestros orgasmos, disfrutando el calor, tavito respiraba pausadamente en mi pecho y mi verga con delicadeza dejó su interior, tenía sueño pero también ganas de seguir cogiendo y mi pequeño igual porque con su mano estrujaba mi palanca flácida haciendo que poco a poco se parara de nuevo. Estábamos sucios, y aún calientes, era una buena oportunidad de cumplir mi fantasía de por fin hacerlo en la ducha con mi noviecito. Ésta vez no lo dejaría pasar. 
«1...3456»