1. La convivencia


    Fecha: 05/10/2019, Categorías: Gays Autor: edulopez2732, Fuente: CuentoRelatos

    Hacia unos meses que compartíamos el departamento con él, un amigo de toda la vida con el cual se nos dio por ir juntos a la gran ciudad y lo mejor era ahorrar lo más posible. Estábamos en un departamento medianamente grande, él dormía en una habitación y yo en otra, por suerte todo marchaba bien, era una convivencia amigable y ordenada, todo hablado y sin malos entendidos.
    
    Simplemente un detalle nos distanciaba un poco, él dormía desnudo cada noche, todo su cuerpo afuera. Yo me di cuenta una noche que me levanté a tomar agua, generalmente yo me dormía temprano y no abría los ojos hasta el otro día.
    
    El estudio y el trabajo nos tenían entretenidos a los dos, pero esa noche lo vi, sin ropa, al viento, su piel, su cuerpo sin nada más que la piel.
    
    La primera vez que lo vi me asusté, pensé que estaba con un ataque o algo parecido, solamente entré y me di cuenta que estaba dormido, profundamente dormido.
    
    Entré y me fui, no quería que se despertara, al otro día le comenté y me dijo que si, se sentía más cómodo sin ropa.
    
    Al principio me pareció extraño, pero después al pasar y verlo me llego una casi erección, mi parte se despertó, algo que nunca me había pasado, lo vi desnudo y me sentí excitado.
    
    Así varias noches, pasaba y lo veía, ahora mi sueño había cambiado, quería verlo dormir así, desnudo, me hacia el dormido y me levantaba a la hora justa, solo para verlo, para verle su miembro.
    
    Un día no aguante más y entré a su habitación, me acerqué, lo vi de cerca, a él, su cuerpo, su pene, desnudo, lindo, carnoso, me acerque hasta que hizo un movimiento y me fui.
    
    Mis pensamientos se fueron a cualquier lado, no lo volví a hacer por unos días, hasta que cruce su puerta nuevamente al llamado de su erección, estaba excitado, durmiendo, soñando con no sé qué, no pude no mirarlo, su pene parado, gigante, lleno de calor, quería verlo, sentirlo de lejos, olerlo.
    
    Me acerqué, miré, miré, lo miré detenidamente, su erección era gigante, durmiendo boca arriba, desnudo, teniendo algún sueño atrevido, me acerque y me fui al menor movimiento.
    
    Pero me quedaron ganas de acercarme más, de olerlo, de verlo con mis ojos al tacto de su piel, así fueron pasando unas semanas hasta que un día lo volví a ver excitado, su erección era enorme, no pude aguantar, despacio, sin titubear, lo olí, mi nariz rozó su piel, su pene estaba cerca de mi boca, nunca me había pasado, nunca estuve tan cerca de abrir la boca y saborearle el miembro a otro hombre, la tentación era gigante, no pude aguantar y me fui al baño a masturbarme, un dedo en la cola, algo me pedía eso, me tocaba, me metía un dedo y me manoseaba mi pene, quería estar en otro lugar, que me tocaran, que me no sé, quería el miembro de mi compañero.
    
    A la noche siguiente, me desnudé, estaba excitado, me acosté sin ropa, pensando en todo lo que estaba viendo, me levante, salí de mi habitación sin ropa, entregado, fui a su puerta, no estaba, se había ido, estaba por ahí, en la noche y yo desnudo ...
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