1. Sueño y realidad


    Fecha: 01/10/2019, Categorías: Erotismo y Amor Autor: ArgioB, Fuente: CuentoRelatos

    ... imaginación la atropellaba; con la otra, le escribía a Tomás. Él, ansioso y erecto la miraba por el resquicio de la persiana. Ella, inocente de su presencia continuó deleitando su entrepierna. Un nuevo mensaje la desbordó de pasión.
    
    Tomás:
    
    —Tócate para mí, prince.
    
    Una Monse excitada y, obediente a los deseos de Tomás, hundió muy despacio y con lentitud dos dedos en su humedad y, con movimientos rítmicos, entraba y salía de sí dándose placer, se arqueó de hombros y soltó el móvil para poder acariciar sus senos; una avalancha de sensaciones le hicieron soltar un gemido que hizo estremecer a un Tomás excitado por el panorama que su chica le proporcionaba sin ella saberlo. Ella, excitada y desesperada tomó el celular y tecleó:
    
    Monse:
    
    —Te deseo aquí, ahora, conmigo, para que me devores por completa.
    
    Tomás ya no aguantaba un segundo más mirándola, su entrepierna iba a reventar; tocó el cristal de la ventana y Monse pegó un saltó del susto, pero, al mirar a Tomás, su cuerpo se encendió en llamas como el ave fénix, se llenó de lascivia, se levantó y quitó el seguro. Un Tomás extasiado la tomó por la cintura y la trajo hacia sí; besos desesperados sellaron sus bocas, caricias ardientes quemaban las pieles. Con premura, ella le quitó la franela y acarició su tronco desnudo descendiendo hasta su masculinidad y apretó con demasía... Tomás soltó un ronco gemido; la tomó por las nalgas y la subió a su cintura, la condujo a la cama y la dejó caer despacio quedando encima de ella, besó su cuello, sus senos, mordió sus pezones erectos; con una mano le agarró las muñecas y las sostuvo por encima de la cabeza; con la otra, se adentró en su vagina haciéndola temblar, su lengua lamió su lóbulo y le susurró al oído.
    
    —Te deseo con locura, prince.
    
    Su mano siguió moviéndose en el lago de lujuria de Monse, ella, perdida en la excitación, se zafó de su agarre y bordeó su torso clavando sus uñas en la espalda de Tomás.
    
    —Quiero más —balbuceó entrecortada.
    
    Tomás descendió besando su abdomen, mientras se quitaba el shorts y el bóxer; ella se aferró a su cabello y lo condujo con prisa hasta su vagina; él apartó la diminuta tela húmeda con sus dientes y besó sus labios empapados de fluidos, un néctar delicioso del que Tomás no quería salir. Su lengua entró vacilante causando espasmos en sus caderas, movimientos circulares la hicieron aferrarse a las sabanas; ella, al borde de la desesperación, lo detuvo. Se levantó y acostó a Tomás sobre la alfombra, se sentó a horcajadas encima de él moviendo las caderas muy despacio para sentir el roce de la erección de Tomás que la hizo estremecer de nuevo. Las manos varoniles de Tomás se adueñaron con autoridad de los glúteos de Monse, la inclinó hacia arriba para entrar en ella haciéndola soltar gemidos, susurros y quejidos que, para él, eran los acordes perfectos de aquella total entrega.
    
    ArgioB 
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