De Santurrona a Promiscua 4 - De Compras - Relatos Eróticos

De Santurrona a Promiscua 4 - De Compras

Continuación

Desperté soñando que mi madrastra me montaba en un camastro de piscina, frotándome la verga, y yo sujetando sus turgentes nalgas, hasta que me empieza a cachetear.

L: Hey papi, despierta, vamos a desayunar, ándale flojonazo, ¡Heeey!.

Da: Ay, perdón mami, (en realidad si estaba encima de mi, de mi verga en completo estado de erección, quité mis manos de sus nalgas y las llevé a sus piernotas, vestidas con medias blancas de red) es que estaba soñando.

L: Ay papi, pues que estabas soñando eh, jijijiji, ahora si ya estás completamente despierto, jijijiji.

Da: Perdón ma.

L: No hay problema mi amor, menos mal que no soñabas que violabas a alguien, si no, sabrá Dios como me ibas a tratar.

Da: Jajajaja, no tengo el sueño tan pesado ma, que bonitas medias, se te ven muy bien, y se sienten mejor (yo aprovechaba tocando y palpando todo lo que podía, ella se relamía y mordía los labios, meneaba ligeramente su cadera en vaivén).

L: Si ya lo noté que te gustan tentón, pero vamos a apurarnos, que tenemos que apurarnos para ir de compras.

Me da un pequeño cachetazo y se inclina a darme un piquito (Ya se le estaba haciendo costumbre dármelos), se incorpora, se baja de mi y se dirije a la puerta.

L: Andale, levántate… (Balbucea) porque parado ya estás papacito.

Y yo no creyendo lo que alcancé a escuchar.

Da: ¿Qué?

L: ¿Qué de que?

Da: Pues lo que quieras.

L: Pues quiero que ya bajes a desayunar, escuincle tentón.

Da: Jajajaja, ay si nomás fue tantito.

L: Ay aja.

Yo iba detrás de ella admirando su caminar y todo lo demás.

Da: ¿Estás enojada?

L: No mi amor, como crees, me gusta que me acaricies así, es más, al rato que lleguemos de compras te voy a pedir un masaje así, en todo mi cuerpo.

Da: ¿Todo todo?

L: Bueno, casi todo, no exageres ni te pases de listo, papi, estás muy chulo, pero eres mi niño, y nunca dejarás de serlo.

Da: Vale, lo que quieras mami.

Desayunamos, hicimos la lista, ella provocándome con el atuendo que traía, agachándose de frente, juntando los brazos para mostrarme mas sus melones, agachándose de espaldas para poner su culo en pompa, en una de estas ocasiones al poner unos trastes en la alacena de abajo me le pegué por detrás, con la intención según de poner los trastes sucios en el fregadero, le manosee ligeramente las nalgas, le hice platica para seguir con mi garrote entre sus nalgotas, ella me correspondía, hasta que se incorporó y se puso a lavar los trastos.

L: Tráeme mi taza y mi plato mi amor.

Yo obedecí, procedí a traérselas, me le acerqué por detrás, me le pegué, se sorprendió, gimió bajito, la abrace por debajo se sus pechazos, casi que se las estaba sosteniendo, seguía gimiendo bajito, le besé su hermoso cuello, sus oídos, sus mejillas, la hice que diera la vuelta para darle un piquito muy duradero, ella se dejaba querer, mientras lavaba los trastes y daba ligeros movimientos de cadera.

Da: Ay mami, yo te quiero mucho, te juro que te voy a ...