La puta de tres travestis
Fecha: 01/10/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: Joana, Fuente: TodoRelatos
... de ser un chico que trabajaba en un almacén a ser dependienta en la tienda de mi cuñada. Suponía que al llegar allí ya tendría su inclinación. A mi eso no me podía pasar. Estando en esos pensamientos, llego Ana, y me pregunto que tal estaba y como se portaban conmigo las chicas. La dije que bien, pero que me resultaba un poco incómodo que me hablarán como si fuera una chica. Me dijo que no le diera importancia, que no estaban acostumbradas a trabajar con hombres y que no lo hacían con mala intención. Di por buena su explicación y segui con mis tareas. El trabajo me gustaba y las chicas tenían muy buena química entre ellas, lo que hacía que el ambiente fuera genial. Y llegó el sábado. Cuando ya cerrabamos, me despedí de Ana y de mi hermano que había ido a buscarla y a preguntarme que tal me había ido, y Lorena me dijo que ellas tenían la costumbre de salir a cenar y tomarse unas copas, y que yo ya era una más y debía de acompañarlas. No tenía planes y pensé que no estaría mal salir con mis compis.
Cenamos en un restaurante muy de moda en la ciudad, en la que hacía tiempo que tenían reservada mesa. Llamábamos la atención de todo el mundo. Tres travestis, que no disimulaban serlo, vestidas provocativamente, hablando y riéndose a pleno pulmón, una de ellas enorme, otra mayor y la tercera intentando tapar en un top mínimo unos pechos que no tenía. A todo esto las acompañaba yo, que ya en aquel momento dudaba de lo que era, y que no hacía nada más que reírse de las ocurrencias de aquellas mujeres. Más que cenar, bebimos, fueron incontables las botellas de vino que despachamos. Me sorprendió al pagar, que Lorena lo hiciera con la tarjeta de la boutique. Ana pagaba siempre la juerga del sábado aunque no asistiera. Era una especie de prima por el buen funcionamiento del negocio. Allí cogimos un taxi, nadie podía conducir en aquellas condiciones. El pobre conductor tuvo que aguantar el acoso al que le sometió Julia, las demás nos meabamos de la risa. Fuimos a parar a una discoteca, de ambiente liberal, casi toda la clientela era gay, lesbianas, tranx, travestis y sobre todo hombres buscando a hombres. Se notaba que mis amigas eran clientes habituales, rápidamente nos dejaron entrar sin hacer cola, la mesa estaba en un sitio privilegiado y las primeras copas eran de parte del local. Me lo estaba pasando francamente bien, me reía como nunca, las tres eran muy ocurrentes, bailabamos cada vez que una de ellas lo proponía, y las copas caían a menudo. Lorena me dijo que la acompañará al aseo, yo me diriji al de chicos pero ella tiro de mi y nos introdujimos en el de chicas, allí todo era para todo el mundo, no había que hacer distinciones. La vi como orinaba, de pies, me puse a su lado y lo hice también. Su pene no era tan grande como el de Julia, pero era mucho mayor que el mío. Luego presencie con que paciencia y mimo se arreglaba el maquillaje. Tuve una especie de escalofrío, algo así de como envidia. Yo no tenía que hacer aquello, yo era un hombre y el ...