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Un puente con mi hermana #3
Fecha: 01/10/2024, Categorías: Incesto Autor: Lisa, Fuente: TodoRelatos
Me desperté con la cabeza embotada. Me estire lentamente y vi que el reloj marcaba las 14:27. Traté de ordenar mi cabeza mientras me desperezaba y una especie de ansiedad me golpeó el pecho. Recordé todo lo que había ocurrido el día anterior y durante un instante quise creer que se trataba de un sueño. Me acordé del tanga y de la ducha, pero sobretodo de lo que había pasado al volver a casa. Podía haberse dado en una situación distinta, podría haber visto a mi hermana desnuda en un accidente fortuito, en una mala coincidencia. Pero no había sido así, la había desnudado con mis propias manos, la había tenido frente a mi como vino al mundo. Mi cabeza me pedía que me sintiese asqueado y avergonzado por lo ocurrido, pero desgraciadamente me sentía excitado. Sacudí la cabeza tratando de alejar todo aquello, debía de haber sido una enajenación provocada por la hierba y el alcohol. Era imposible que me hubiese excitado con mi hermana, aquello era algo asqueroso, algo que estaba mal. Entonces me acordé también de como me había masturbado pensando en su cuerpo nada más entrar en mi cuarto. Había sido la primera vez en mi vida que lo hacía pensando en ella y había sido la mejor paja de mi vida. Pensar así me hizo sentir vergüenza y en parte miedo. ¿Como podía ver con esos ojos a mi hermana? Era todo culpa de la hierba, concluí. Necesitaba creer que aquello era verdad. Decidí salir y darme una ducha fría para despejarme la cabeza. Salí de mi habitación y vi que la puerta de mi hermana estaba cerrada. No pasaba nada de luz desde dentro así que supuse que seguía dormida. No había pensado como reaccionaría ella a lo que había ocurrido, pero esperé a que no se acordara o qué por lo menos lo fingiese. Me metí en el baño y me di una ducha que me quitó algo de malestar. Salí y sin hacer mucho ruido bajé a la cocina a preparar algo para comer. Pasaron un par de horas que dedique a ver la tele y a tratar de evadirme con cualquier cosa, hasta que escuché como se abría la puerta de la habitación de mi hermana y rapidamente se escuchaba como se cerraba otra puerta. Me levanté y subí al piso de arriba. Se escuchaba el grifo del agua abierto y tuve que reunir todo el valor que tenía para acercarme a la puerta y preguntar: —¿Qué tal te has levantado, Dani? Pero no hubo respuesta. —He preparado pasta a la carbonara, no sé si tendrás estomago para comer pero... —Déjame. Aquello fue como recibir un mazazo en el pecho. De nuevo toda la ansiedad volvió a invadir mi cuerpo y sentí como se me ahogaban todas las posibles respuestas. E.staba claro que mi hermana se acordaba, y no parecía querer fingir que aquello no había ocurrido. ¿Me culparía de alguna forma? ¿Había sido yo realmente quien se había sobrepasado? Decidí no insistir y baje de nuevo al salón esperando a que bajase para poder hablar. No sabía muy bien que iba a decir, pero lo último que quería era que aquella situación nos sobrepasara. El sonido de la ducha cesó y a los pocos minutos, vi como ...