Abuelo, Papa y Amante - Relatos Eróticos

Abuelo, Papa y Amante

A los 12 se convirtió en papá al dejar preñadas a dos chicas que cursaban el 5 año de primaria, fue un año después cuando se hizo macho de dos mujeres de 11 años y amante de sus dos bebés de un año pues en más de una ocasión encontraron los culitos de la nenas irritados y saliendo un montos de leche cremosa pero las mamás no decían pues es el hombre de la casa y eran otros tiempos aunque en casa sigue siendo el semental.

Mi abuelo es taxista así que a veces trabaja hasta tarde y cuando llega se mete al cuarto a dormir junto a una o dos chicas de la casa, que por general son las más chiquillas de 6 o 3 años, nadie lo molesta a pesar los gemidos y llantos de la niñas, nadie entra al cuarto ni siquiera su nueva esposa que está por cumplir los 18 años.

Cuando tenía 5 años la primera vez que mi mama me pidió acompañar a dormir a mi abuelo, él me puso sobre la cama, mientras se quitaba la ropa me pidió que jugará con él en lo que se dormía, yo solo asentí mientras quedaba como tonta viendo cómo se ponía dura su enorme verga, me sentó encima de su pene metiéndolo entre mi calzón y mi puchita para que jugará al caballito con él, yo siempre quise mucho a mi abuelo y me encantaba que jugará con mi puchita así que yo hacía todo lo que me decía, él estaba en cueros y me quito mi faldita que traía para que me quedara solo en calzoncitos.

Yo hice lo que él me decía y comencé a jugar al caballito con el como lo hacía a veces en sus piernas. Mi abuelo siempre fue un viejo muy caliente y rápidamente se puso cachondisimo pues podía notar entre mi puchita lo caliente y duro de rabo yo escuchaba a mi mamá limpiando afuera mientras de mi boca no para de soltar risas de placer, pero ella nunca entraba cuando se suponía que mi abuelo «dormía», mi abuelo comenzó a moverme más rápido y agresivamente sobre su pene ya muy duro.

La verdad yo sentía riquísimo de que me estuviera frotando tanto y que fuera mi abuelo que tanto quería, en cierto punto se puso tan caliente que me volteo sobre la cama y se puso detrás de mí, de rodillas para mover mi calzoncito y ver mi vaginita roja y soltando muchos jugos, empezó a tocarme mientras se masturbaba, yo solo lo veían por el espejo y estaba toda roja y me movía mucho por lo rico que sentía que me tocará con sus dedos rasposos, de repente mientras me seguía tocando me levanto para empezar a besarme y morder mi pancita, pezones y mi barbilla, robando mis primeros besos.

Quitó sus dedos de mi vagina y comenzó a frotar otra vez su rabo entre mis tiernos labios, yo estaba toda agitada y el me decía que me callara para que mi mamá no se enojara conmigo y no me quisiera dar postre después. Entonces el me abrió las piernas, yo era muy flexible como los niñas pequeñas así que me abrió las piernas como en un Split de 180°, con una mano sostuvo mis piernas, con la otra tapo muy fuerte mi boca y comenzó a querer meterme su verga en mi vagina, pero él estaba súper caliente así que en cuanto encontró en mi hoyito me encajo todo de ...