1. Madre no hay más que una


    Fecha: 30/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Hace cuatro años que mi madre se divorció de mi padre. Lo ha pasado bastante mal y no ha sido hasta este año que ha recuperado la alegría de vivir.
    
    Pese al divorcio mi madre tiene un buen sueldo, ya que trabaja en una multinacional, y aunque mi padre le pase una pensión por mi, porque yo todavía no trabajo, con su sueldo sería suficiente para mantenernos a los dos.
    
    Ese verano me propuso que nos iríamos los dos por ahí de vacaciones a pasarlo bien y disfrutar de la vida. En julio nos iríamos a Cullera, un pueblo de Valencia donde unos amigos tenían un apartamento en un complejo residencial muy cuco con piscina y todo. Para agosto me había prometido un viaje sorpresa.
    
    Una semana antes de irnos, se dedicó a sacar toda la ropa que le había comprado mi padre y dejarla sobre la cama. Me habló de regalarla a sus amigas y el resto donarlo a caridad. No quería conservar nada de lo que ese capullo, así llamaba a mi padre desde el divorcio, le había comprado.
    
    Por lo tanto al día siguiente nos fuimos de compras. Compró dos maletas para ella y una para mi. Varios vestidos, tres bikinis, unas gafas de sol y una pamela que le cubría toda la cabeza. Cuando se la probó no pude evitar una sonrisa.
    
    Pagamos, bueno pagó ella evidentemente, y pidió dejar las compras en el punto de recogida porque nos fuimos a merendar a la cafetería del centro comercial.
    
    Sobre las 8 de la tarde salimos de allí y cogimos un taxi. Había decidido tirar la casa por la ventana.
    
    Cenamos un poco y nos fuimos a acostar temprano. Estábamos cansados con las compras.
    
    Por fin llegó el día del viaje. Llegamos pronto a la estación del AVE por lo que nos sentamos en unos bancos a esperar la hora de salida del tren.
    
    -¿No vamos a tomar nada? -Le pregunté.
    
    -Es pronto. Yo no tengo hambre. ¿Te apetece a ti tomar algo?
    
    -No, que va. Lo decía por ti.
    
    -Tomaremos algo en el tren.
    
    Por fin salimos de Madrid y nos fuimos a tomar algo al tren en cuanto arrancamos.
    
    Llegamos a Valencia menos de dos horas después de haber salido. Cómo mi madre andaba muy rumbosa, decidió coger un taxi en lugar de esperar al tren de Cercanías. 60 euros le costó. Cuando estaba casada con mi padre en la vida se hubiera gastado ese dinero. Pero ahora era distinto.
    
    Ya en el apartamento nos pusimos ropa cómoda. Sacamos algo más y mi madre me comentó si queríamos bajar a la piscina o esperar y comer antes.
    
    -Yo ahora no tengo hambre mamá.
    
    -Pues vamos entonces.
    
    Mi madre sacó los tres bikinis y se quedó mirándolos. Finalmente se decantó por uno verde. No me di cuenta hasta que salió del cuarto que la braga del bikini era un tanga. ¡Dios mío! Cuando se giró para salir me fijé en su culo. Era perfecto, casi sin celulitis para su edad.
    
    Se puso un pareo y cogió la pamela. Yo ya estaba preparado y nos bajamos a la piscina.
    
    Directamente nos metimos en el agua. Risas y chapoteos nos acompañaron un buen rato. Yo quería nadar pero mi madre no me dejaba, todo el rato haciendo el ...
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