Mi amiga, su hijo y yo - Relatos Eróticos

Mi amiga, su hijo y yo

Conocía a Maribel en nuestras clases del taller de manualidades donde coincidíamos, bien de pintura o de modelar algunas esculturas. A mi me encanta hacer alguna que otra escultura, ella era de pintar cuadros

De su vida conocía que estaba casada, tiene un hijo de 19 años y por lo que detecte la relación con su marido no era muy buena aunque ella decía que si que bien, yo conseguí sonsacarla que en la cama muchas veces no llegaba a satisfacerla. Después de las clases solíamos quedar para tomar algo y así fuimos conociéndonos un poco más

Estuve un tiempo entrando en el chat como evasión de una mala racha y me enganche con sexo con un chico joven que por casualidad descubrí era el hijo de Maribel.

Decidí contárselo y quede con ella diciéndola que tenía que contarla una cosa que me había pasado, quedamos en una cafetería, la extraño que buscase una mesa un poco mas resguardada. Empecé a contarla que llevaba tiempo entrando en chat, desde que tuve una mala época de crisis, no quise contarla lo que me paso con mi hijo, ni que a mi jefe le habían trasladado a otra ciudad dejándome hecha polvo, seguí contándola como me gusto el chat por lo que ofrece, hablaba con mucha gente y no me corte diciéndola que muchas veces por el morbo llegaba a correrme, porque las conversaciones llegaban a ponerse tan calientes que no podía aguantar sin llegar a tocarme. Vi como su cara cambiaba cuando estuve contándola que debido a que me ponía en el Nick madre muchos jovencitos hablaban conmigo y se excitaban y me contaban como espiaban y llegaban a sobar a sus madre, note que eso la daba su morbo y se atrevía a preguntar detalles mas morbosos que yo gustosamente se los relataba. Varias veces no solo eran conversaciones sino que aprendí a entrar en Skype y poner la Cam, eso me excitaba mucho más y no me importaba que también me vieran porque llegado a ese punto de excitación, me daba igual que me vieran.

Durante ese tiempo que chateaba había conocido a algún que otro maduro y a jóvenes, aunque a mí me gustan maduros, vamos mayores, tuve una mala experiencia con el maduro que quede en su piso y me prometí no volver a quedar con nadie más, no me podía fiar del chat, demasiadas mentiras. Pero me enganche con un chico joven, no entendía porque seguía aceptándolo para charlar, pero me gustaba todo de él, su charla, su morbo, su talante mandón, como se hizo conmigo y viéndole desnudo me gusto todo, y su polla sobretodo.

Maribel estaba intrigada, yo sospechaba que también un poco excitada, por el morbo de lo que le iba contando. Y ya entre con más detalle a decirla que el chico joven que llevaba tiempo chateando conmigo, se había presentado como un chico de unos 29 años, soltero, con las charlas conectamos con mucha complicidad terminando enganchados, me encantaba obedecerle y de ahí a pasar a vernos por skype. Mi sorpresa fue ver a un chico más joven de la edad que me había dicho, no llegaba a los 20, pero me dio igual, me encantaba ver su polla y entregarme a él ...