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Anoche Dormí Ensartada - Corregida
Fecha: 29/09/2024, Categorías: Transexuales Autor: Fantasy, Fuente: TodoRelatos
Hola amantes de las historias ardientes! Aquí les dejo otra de mis experiencias. Espero que la disfruten a dos manos o en buena companía! Anoche Dormí Ensartada Anoche estaba ardiente. Pero mi mujer no estaba de humor. Para mantener mi pequeño equipo masculino bien sujeto y bajo control me puse un par de colaless ajustadas. Luego calzas plateadas y sobre ellas otro colaless al tono para que se marquen bien mis pompis. También una mini cortita color violeta decorada con un corazón de strass, soquetes con brillos, un soutien bien relleno con postizos de silicona y una polera lila algo ajustada. Me acosté así, sin taparme, disfrutando la sensación. Pero no estaba conforme. Pasó un rato y al no poder dormir mi cabeza imaginaba mil situaciones. Finalmente decidí colocarme unos accesorios que hice yo misma: muñequeras, tobilleras y collar de perrita, todo rosa. Até ambos tobillos, por supuesto con un cordoncito rosa y con otros similares las muñecas al collar, dejando que mis manos queden libres pero sin que pudiera llegar a tocarme, para evitar probables tentaciones. Mi mujer leía a mi lado, periódicamente me miraba y soltaba algún comentario. Aunque estaba más interesada en su libro que en mi temperatura. Para ella eran habituales mis repentinas excentricidades. Otro rato cavilando y disfrutando. Se me ocurrió si sería capaz de aguantar un intruso taponándome durante toda la noche. Dicho y hecho. Me lo ubiqué bien hasta el fondo, previo embadurnado con lubricante. Luego volví a su lugar toda la ropa. Las colaless resultan geniales para evitar que el prisionero pueda escapar de mi cavidad. El visitante no era demasiado grande, mas bién mediano y con la forma clásica de cono con un estrechamiento en su base mantenerlo en su sitio. A mi hacía rato que se me escapaba. La base en forma de T para que no se pierda en la oscuridad. Supe que era el tamaño adecuado, lo sentía pero no molestaba, simplemente ocupaba su sitio y me acompañaba. En ocasiones lo había usado durante una mañana o algunas horas, inclusive en salidas al mundo exterior y sabía que llegaba un momento en que se vuelve parte de mi hasta el punto en que no lo siento. Cuando pasaban unos días sin su companía lo extrañaba. Volví a atarme, y así quedé acostada. Probando de a ratos distintas posiciones, sintiéndome ocupada. Estuve casi hasta el amanecer probando distintas ataduras y posiciones, siempre acostada en la cama. Mi mujer dormía plácidamente a mi lado. Eso agregó un toque de complicación al juego, debí moverme muy lentamente y sin el menor ruido para no despertarla. En un momento se me ocurrió como se sentiría lambetear algo en esa situación. Tomé un cabezón de silicona de tamaño apetecible y luego de recorrerlo con besos y lengüitas terminó en mi boca. Siempre sin hacer ruido ni movimientos bruscos. Ya ubicado en su cavidad lo mordisquié y lengüetié por todos sus rincones. Finalmente decidí dejarlo ubicado como chupete de beba. Solo hasta la ...