Vida nocturna
Fecha: 28/09/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Patricia377, Fuente: TodoRelatos
Mi nombre es Margarita. Me desperté alrededor de las 9 de la mañana, me estiré y abrí los ojos. Durante algún tiempo me quedé disfrutando de la cama, recordando cómo me acariciaba durante largo rato por la noche y aquel violento orgasmo que acabé experimentando... Dicen mis allegados que soy una mujer esbelta e interesante. Cabellos negros. 38 años. Llegué a Montevideo desde un pequeño pueblo del interior y durante más de un año vengo trabajando en una tienda de ropa, donde me colocó mi vieja amiga Irene, que había trabajado allí durante mucho tiempo. Yo vivía con ella, con la esperanza de encontrar pronto a un hombre normal, mudarme con él y establecer mi vida personal, que hasta ahora solo consistía en los gemidos nocturnos de Irene, quien regularmente traía hombres para pasar la noche.
En la tienda, a menudo captaba las miradas de los hombres, que de vez en cuando se esforzaban por agarrarme por mi apetitoso trasero y mis grandes pechos, pero hasta ahora lograba mantener a los caballeros a distancia, no permitiéndoles demasiado. Irene se ofreció a presentarme a algunos de sus ex, contándome en detalle cómo son en la cama. Y, al principio, no me opuse en absoluto, pero al ver al novio de turno de Irene, muy borracho, cuando los tres nos sentamos en la cocina por la noche a beber, entendí perfectamente que yo no debía acostarme con ninguno de ellos. Y cuando, por la ausencia de un hombre, sentía el llamado de la naturaleza, abría bien las piernas por la noche y, escuchando los fuertes gemidos de otra habitación, me acariciaba apasionadamente. No era muy frecuente, pero casi siempre lo mismo.
Y anoche, cerrando los ojos y escuchando el crujido de la cama detrás de la pared, me acaricié suavemente los excitados labios vaginales con la mano derecha, sintiendo temblorosa cómo el clítoris crecía y se endurecía, provocando una oleada de excitación y deseo. Con la otra mano, apretaba con fuerza un gran pene artificial, que había comprado una vez y que celosamente guardaba escondiéndolo de mi curiosa vecina. Yo lo llamama «Mi amo» para mí misma. Me excité cada vez más, escuchando los gemidos de mi amiga, imaginando que estaba siendo tomada sexualmente por un hombre desconocido, invisible, pero tan deseable y sexy que ¡era simplemente imposible resistirse! Pero yo no quería ser presa fácil para él. ¡Él tendrá que trabajar duro para dominarme! Él debe vencerme... Y ahora, este hombre, habiendo expuesto su pene muy grande, ya estaba listo para la primera pelea conmigo.
Aquí él me obliga al sexo oral. Bueno, a ver quién gana... Me llevé el miembro a mi cara y comencé con ligeros roces con mi mejilla, después lo llevé a mis labios. La cabeza del pene descansó contra mis labios apretados y comenzó a empujar rítmicamente, como si me invitara a abrir la boca y a dejarlo entrar. Me imaginé lo que me gustaría escuchar de mi «atormentador» ahora:
"¡Abre la boca, puta, y toma mi pija hasta el fondo! ¡Me la chuparás hasta que acabe en tu garganta! ¡Abre ...