1. Fóllame cariño, métemela hasta el fondo


    Fecha: 28/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    No era la primera vez que le había visto mirarme en el autobús, sabía que ya me había dibujado entera y siete meses después, dos veces al día era mucho tiempo para que no supiera de memoria mis medidas, me había visto con prácticamente todo mi vestuario, habíamos pasado del invierno a la primavera y ahora le tocaba al verano, no negaré que al principio me asusté e incluso estuve tentada de decírselo a mi marido, pero era un chico joven, muy joven y en cierto modo me sentía halagada.
    
    Hace ya tiempo mi marido, me convenció de ir en autobús al trabajo en vez de coger el coche y ya hace más de un mes salgo corriendo de casa o del trabajo para no perder ese autobús, algo me impulsa hacerlo, no sé quizás me gusta que me mire, que se siente a mi lado y que sus ojos se paren en mi escote observando y adivinando como será mi sujetador o si mis pezones son grandes o pequeños, me encanta verle mirar mis piernas, subir hasta mis caderas pasando por mis muslos y entreteniéndose en mi sexo, intentando adivinar si llevo bragas o tanga, si son de encaje o no, si son negras, blancas o de cualquier otro color.
    
    Soy una mujer de 50 años y que un chico joven se fije en mí me agrada, me encanta y hace sentirme joven otra vez como cuando mis amigas y yo teníamos que apartar a los chicos para poder pasar, soy una mujer guapa y creo que sigo teniendo un bonito cuerpo, pero no quiero engañar a nadie, tengo los años que tengo y estas niñas que van junto a nosotros en el autobús son bastante más guapas que yo, con sus bonitos pechos redondos, duros y turgentes, con esas caderas bien definidas, con esa piel estirada y sin embargo él, se fijaba en mí y eso me seducía.
    
    El tiempo pasa y yo cada vez me arreglo más para estar más guapa, el verano ha hecho acto de presencia y la ropa que llevo es cada vez más sugerente, cada vez tiene que adivinar menos cuando me mira, hoy es lunes y no le he visto ni al ir ni al volver del trabajo, el resto de la semana lo paso buscándole entre la gente, en la parada en la que él se suele subir, pero no le veo, ese fin de semana algo me pasa, estoy triste, distraída no hago caso a mi marido aunque él a mi hace tiempo que me olvido como mujer.
    
    Por la noche sueño con él, con aquel joven y el tanga se me llega a humedecer, mi vagina se llena de flujo y necesito que alguien alivie mi quemazón, mi marido está junto a mí en la cama, le seduzco, casi obligándole a que me folle y casi dos minutos más tarde pienso que no ha sido una buena idea, no ha servido de nada, ya no es tampoco ningún jovencito, le quiero mucho, pero como amante nunca fue su fuerte, entrar y salir sin ningún tipo de juego preliminar y ya se corría, dándose la vuelta resoplando y durmiéndose, esa había sido mi vida sexual con él.
    
    La semana empieza igual, de lunes a jueves él no está y cuando había perdido toda esperanza de volvérmelo a ver el viernes aparece, mi cuerpo experimenta una felicidad inusual, parezco una adolescente con todas las hormonas revolucionadas, se ...
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