1. Vanessa juega con fuego


    Fecha: 25/09/2024, Categorías: No Consentido Autor: sweetcherry, Fuente: CuentoRelatos

    Vanessa tiene por costumbre, luego de clases en la Facultad, pasar por el quiosco de la esquina y comprar alguna golosina. El dueño, un viejito verde la mira siempre con ojos lujuriosos y a Vanessa le da un poco de asco pero le gusta ver la cara de degenerado que pone cuando la ve y con la deferencia que la atiende. La chica es muy joven, tiene 18 años y un cuerpo muy atractivo. Usa el pelo largo por los hombros, muy bonitas piernas y unos pechos bastante desarrollados para su edad.
    
    Esa tarde no había clientes y Vanessa tomo un helado palito de la heladera y se acercó al mostrador a pagar, "Cuanto le debo Don Fermín?" a lo que el viejito le contesto, derritiéndose al ver la chica ataviada en una minifalda infartaste "Hoy te invito, linda no es nada" y la chica le agradeció. Se puso a comer el helado mirando a la cara al viejito dispuesta a calentarlo un poco. Paso la lengua lentamente por la paleta mientras decía "Que calor hace hoy" Don Fermín la miraba extasiado, veía la lengua de la chica paseándose por el helado y empezó a tener una erección. Vanessa se apoyó un poco en el mostrador con lo que su pollerita se elevó un poco más ante los ojos desorbitados del viejo verde. La chica veía como le miraba las piernas y decidió jugar un poco más. Se señaló con un dedo su muslo derecho, y le dijo "Mire Don Fermín me pegue en la pierna y me quedo un rasconcito".
    
    El lujurioso viejo haciéndose el interesado le dijo "donde te pegaste" y acerco su mano al muslo de la joven y empezó a acariciarlo, la cara se le transformo y Vanessa, divertida por la lujuria del viejito, retiro la pierna diciendo "Es muy chiquito, casi ni se ve" y dándose vuelta le dijo "Bueno me voy, gracias por helado" mientras le daba un lengüetazo sensual a la paleta y dejaba a Don Fermín con la boca llena de saliva y una visible erección.
    
    Al quedarse solo, el caliente viejo pensó que esa pendeja lo volvía loco, que la muy putita lo calentaba y después se iba, que ya estaba grande (tenía 68 años) para que una yegüita como esa jugara así con él y empezó a tramar algo para cogerse esa nena tan sabrosa.
    
    Se dijo que la próxima vez la iba a llevar a su cuarto (el quiosco comunicaba por una puerta con su vivienda) y le iba a hacer de todo. Pensó que podía ocurrir que la chica se resistiese y en ese caso iba a precisar ayuda de alguien.
    
    Su pervertida cabeza lo llevo a saber quién lo iba a ayudar.
    
    Cruzo la calle y se dirigió a la verdulería donde trabajaba el negro Polo, un moreno enorme de casi dos metros de altura, fortachón y sobre todo le gustaba todo lo que fuera un buen culo, de chicas o chicos. Había sido denunciado por violación pero el chico violado retiro la denuncia y el negro se salvó de ir a la cárcel.
    
    Don Fermín le dijo que tenía que hablar con él y le conto su plan de violar una pendeja que lo provocaba siempre dejándolo caliente y que quería darle una lección. Al moreno le gustó la idea y se pusieron a idear como lo iban a hacer. "La pendeja siempre viene ...
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