Amalia en Benidor - Relatos Eróticos

Amalia en Benidor

... Rafael le dijo que se veía muy bella y muy sexy, ella le dijo que el arreglo era especial para él, se tomaron una copa y después se fueron a su paseo nocturno, cuando terminó el recorrido decidieron que como la noche era bastante cálida buscarían un lugar donde tomar un copa, encontraron un lugar pequeño donde el ambiente era propicio para el romance y mientras escuchaban música a la luz de las velas mi esposa le comentó a Rafael que si le parecía sexy su vestimenta, el le respondió que sí, entonces mi esposa le dijo que como ella lo que quería era precisamente eso, verse y sentirse muy sensual, no se había puesto ropa interior, Rafael le dijo que ya se había dado cuenta que no se había colocado sostén, pero mi esposa le aclaro que no llevaba ninguna prenda íntima, Rafael al oír eso aprovechó que el mantel cubría las piernas de mi esposa y levantó el vestido para tocar la entrepierna,quien abrió las piernas y la mano de Rafael pudo llegar hasta su ya mojado coño, Rafael al cerciorarse de que no llevaba nada más que el vestido sobre su cuerpo, empezó a tocarle con sus dedos la pipa, ella al principio se comportó como si nada sucediera y siguieron tomando sus respectivas copas, pero después de un rato de estar recibiendo las caricias de Rafael en su pipa y de incluso le comenzó a introducir un dedo en su chocho, ella ya no pudo más y le pidió que ya se fueran al hotel.

Rafael pidió la cuenta y salieron rumbo al hotel, mientras andaban Rafael desabrocho un poco el vestido y comenzó a tocarle disimuladamente las tetas, ella por su parte se pegaba mas a el y lo besaba con pasión, en cuanto llegaron al hotel, mi esposa se dirigió directamente al ascensor mientras Rafael recogía la llave de la habitación, una vez dentro del ascensor, Rafael sacó las tetas de mi mujer y empezó a besarlos y levantándole el vestido le introdujo un dedo dentro del coño, al abrirse las puertas del ascensor se asomo Rafael y al ver que el pasillo se encontraba vacío saco a mi mujer del ascensor con las tetas al aire y el vestido arremangado a la cintura para dirigirse a la habitación tocándole las nalgas y los pezones mientras andaban, una vez dentro de la habitación el vestido salió volando, quedando ella completamente desnuda, Rafael se dio prisa a despojarse también de su ropa y de inmediato la llevó a la cama donde la hizo tenderse de espaldas para empezar a comerle el coño, ella al sentir como la lengua de Rafael recorría todo su coño cerró los ojos para concentrarse en sentir el placer que esa lengua le estaba dando.

Mi esposa gemía de placer por la caricias que recibía en su chocho y no tardó en explotar en una nueva corrida, después de lo cual le pidió a Rafael que ya le metiera la polla, lo que hizo de inmediato, metiéndosela de un solo golpe toda su polla para iniciar después un lento pero agradable mete y saca en el de mi esposa, quien comenzó a mover sus nalgas, girándose de manera que también Rafael recibiera placer, estando en esa posición mi esposa tuvo ...