1. De cómo los sueños se hacen realidad


    Fecha: 12/09/2024, Categorías: No Consentido Autor: Andy Cachonda, Fuente: CuentoRelatos

    En ocasiones aquello que fantaseamos se puede hacer realidad. En la intimidad la posibilidad de ser tomada por la fuerza ocasionaba que mi cuerpo se estremeciera concluyendo en orgasmos deliciosos.
    
    Pero el momento de vivirlo se presentó tomándome por sorpresa.
    
    Ese día era temprano, recién había visto el reloj que está puesto en una de las paredes de mi departamento y marcaba las 7:45, estaba sola y vestía algo ligero y cómodo, un short gris muy corto que dejaba ver la parte baja de mis nalgas con unas bragas pequeñas del mismo color, acompañado de una blusa de tirantes blanca que se pegaba a mis nenas dejando ver el frío que sentían al resaltar mis pezones, mis piernas desnudas y mis pies descalzos. Estaba distraída en mis pensamientos cuando escuché que tocaban a la puerta de forma ligera pero constante, pensé en no ir a abrir la puerta ya que no esperaba a nadie, pero cambié de opinión ya que podría ser mi vecina que me había pedido que le guardara algo o tal vez su marido.
    
    Me dirigí a la puerta girando la llave para abrirla y al hacerlo me quede helada al ver que no eran ninguno de los dos, apoyado con su brazo en la pared al principio solo vi su sudadera, levante los ojos y estaba un hombre que me miraba con la decisión de entrar, desde que lo vi sabía que iba a pasar, quise cerrar la puerta pero la sostuvo con su mano para que no sucediera y la mitad de su cuerpo ya estaba dentro del departamento y un cuchillo que dejó ver, me hecho hacia atrás con un empujón que no le requirió mucha fuerza (su complexión le permitía hacerlo así) me tomo del brazo ya que había cerrado la puerta y colocó la punta del cuchillo en mi cuello, a mí se me ahogó un grito que no pudo salir de mi garganta, él me dijo que no gritara acompañado de una bofetada a mano abierta que me cimbro, sin dejar de tomarme con el otro brazo.
    
    Me dijo que no me hiciera que yo lo había provocado, que me había visto con mis atuendos al salir a andar en bici muy temprano, “sé que quieres verga y vas a tenerla por todos lados puta” esto lo decía mientras tocaba mis nenas y apretándolas fuerte sobre la blusa, sentía el dolor que me provocaba, pasaba sus manos por ellas y las bajo para tocar mi panochita que al sentir sus manos gruesas se sobresaltó. Las piernas temblaban y mi voz se negaba a salir, como súplica inaudible solo podía decir “no por favor” sabiendo que no haría caso a ella.
    
    Me llevo hacia el sillón donde me acostó y en un forcejeo del que me llevaba ventaja jalo mi blusa cortándola por los tirantes, este forcejo hizo que mi sexo se contrajera no quería sentir excitación pero sus palabras, la brusquedad de sus manos, la fuerza que ocupaba y mi clara incapacidad para liberarme me provocaba demasiada excitación, quise no seguir sintiendo eso tratando de controlarlo, mientras él llevaba mis pezones a su boca, su lengua húmeda las cubrió de saliva, sin reparo las mordió tanto mis pezones como alrededor, “esto es lo que buscabas puta” mientas abría mis piernas y me ...
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