La vida 7 - Relatos Eróticos

La vida 7

... aparato, estuvimos un rato así hasta que se lo saque y lo lleve a su clítoris. Ahí la cosa cambio yo agarre sus tetas y ella se mataba el clítoris con el juguete mientras hacía movimientos recostada sobre mi pecho. Un rato así y ella se giro poniéndonos cara a cara

- te gusta así? – me pregunto

- si me encanta, esa carita de placer que tenés me está volviendo loco. Besame – ella me complació con un tierno beso

- mmm me encanta tu pija

- dame ese vibrador

- hace lo que quieras – me dio el juguete

yo lo lleve hacia su culo y lo deje en la puerta de este. Ella empezó con movimientos hacia adelante y atrás para despues subir y bajar a buen ritmo. Yo no daba más, la cogida que me estaba pegando Sofía era brutal pero yo quería más brutalidad y se lo hice saber

- ponete de rodillas en la silla – le dije

- Ummm si desde atrás me encanta

- que hermosa que sos fi – le dije dándole un beso en una nalga

- no te midas, dame fuerte

yo di riendas sueltas a mi desenfreno, le di con toda mi fuerza, el ruido de mi pubis chocando con sus nalgas era ensordecedor y sus gemidos eran gritos de placer. De su concha salía un constante de líquido lubricante que facilitaba que yo la penetre más fuerte.

- Mmm siiiii que bestia que sos, me encanta!!! Me estoy por venir, dame más, más, maaaasss – grito ella

- Venite, bañame la pija así te la meto en la boca

- Mmmmmm Ahhh que placer por dios

Decir que baño la pija es poco, su squirt me baño hasta las piernas. Su orgasmo me calentó tanto que me quise venir yo también. Saque mi pija toda llena de sus líquidos, levante a Sofía de la silla y me senté yo. Ella me comenzó a chupar la pija hasta que le llene la boca de semen sin avisarle. Ella abrió los ojos grande cuando sintió el primer chorro en su boca pero en ningún momento detuvo el pete o amago con sacársela de la boca

- Mmmmmm que buen polvo – dijo ella

- En la pileta va a ser mejor

- Pedí un champán yo me voy a ir metiendo

El servicio era rápido así que en unos minutos estaba recibiendo una botella y dos copas. Cuando fui hasta la piscina la imagen que vi era una fantasía. Sofía estaba en la punta de la piscina con todo su cuerpo mojado, su pelo chorreaba agua y tapaba sus tetas. Estaba sentada de lado de tal manera que parecía una sirena. Deje las copas a un lado y me metí a la pileta con la botella en la mano. Llegue hasta Sofía que me esperaba con una libidinosa sonrisa. Destape la botella y salió el inevitable chorro debido a la agitación. Se la di a Sofía, ella después de tomar un trago se echó la bebida encima, desde la frente le empezó a caer hacia todo el frente del cuerpo. Yo la senté de modo que sus piernas entraran en el agua y me metí entre ellas con mi boca a recoger los restos de champán que podían quedar ahí, ella disfrutaba de mis atenciones y las agradecía acariciando mi cabeza. El champán había desaparecido y daba lugar a otro elixir más preciado, ahora fue ella la que me sorprendió con su clímax

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