Mario (22 de 22): Vuelve Robert. Fin
Fecha: 10/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... los dedos.
Les dejé rendidos sobre la cama a los dos y fui al baño para limpiarme y vestirme, preparé la cena mientras los sementales descansaban de su faena y luego fui a buscarles. Continuaban cansados.
-¿No queréis comer? Yo tengo hambre, estáis más flojos que yo a pesar de haber tenido menos trabajo. -mi primo intentó agarrarme pero escapé entre risas. Se fueron juntos al baño y me senté en una silla de la cocina a esperarles con una cerveza en la mano.
Cuando volvieron, sin ducharse, al menos se había puesto un pantalón corto, nos sentamos alrededor de la mesa, y mientras comíamos hablábamos de tonterías.
Salían los recuerdos de los tiempos de niños, cuando ellos ya eran hombres y yo un adolescente perseguido por los mayores intentando llevarme a un rincón para darme por el culo, o queriendo que les chupara la polla.
-¡Ja, ja, ja! Tu siempre le protegías y cuidabas para que no nos lo folláramos. -había buena camaradería en esos momentos, ellos estaban servidos en sus necesidades de machos y yo era un igual entre ellos.
-¿Como andas de novios Marito? ¿Tendrás un ciento como entonces detrás de ti?
-No es para tanto Diego, el único que ahora me quiere de todos aquellos es Marcos, estoy sin pareja y él no quiere serlo. -miré a mi primo sonriéndole como una broma para provocarle y él me miraba con asombro.
-Como no estaría bien visto que fueras el novio de tu primo, me ofrezco a ocupar su lugar, estaría encantado de que tu culito me perteneciera, además tienes un buen trabajo para mantenernos a los dos. -se pusieron a reír como si fuera el mejor chiste lo que terminábamos de oír.
-¡Ja, ja ja! No conseguirás enamorar a mi primo, él no puede amar a nadie, solo se ocupa de su trabajo. -miré a Marcos y un poco de cerveza que aún quedaba en la botella se la tiré a la cara.
-¡Cállate!, ¿tú que sabes de amores?, tengo tres hombrecitos de los que estoy enamorado, a los que quiero y amo.
-¡Ja, ja, ja! Esos no cuentan, no pueden atenderte y darte lo que tu mereces. -aquellos dos machitos me causaban ahora risa, se creían superdotados y no dejaban de ser como otros muchos, aunque supieran hacer maravillas en la cama.
-Pero has de saber, querido primo, que cualquiera de ellos vale, él solo, más que vosotros dos juntos. -no paraban de reírse animados por las cervezas ingeridas, y yo les acompañaba, divertido también por la charla intrascendente y las bromas.
-Tengo que marcharme para mi casa. -quería despedirme ya y los dos hombres se pusieron en pie sin poder guardar muy bien el equilibrio.
-Te acompañaré, siempre estaré mejor en tu cama que con tu primo. -Diego me sujetó de la cintura y pensé que era para sostenerse. Abrí la puerta de la calle y le retiré la mano de mi cintura.
-¿Has quedado satisfecho puto? ¿Te hemos dado lo que deseabas? -le miré y sentí deseos de vengarme humillándole.
-Simplemente diré que lo he pasado bien. -no parecía entender mi despectiva respuesta.
-Estaré un par de días por aquí, ...