1. Fantaseo con mi hermana Lucía (I)


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Ahmed89, Fuente: TodoRelatos

    ... decirlo". No quise darle más importancia, y continuamos hablando de otros temas, pero Ricardo insistía: "¿Y tu hermana tiene novio?"
    
    Claro que mi hermana tenía novio, llevaba un par de años saliendo con él. "Pues qué suerte tiene, ya quisiera yo tener a alguien así a quien...", "Cállate", le espeté. De nuevo las risas entre nosotros y continuamos con otras cosas. Como diez o quince minutos después, mi hermana golpeó la puerta de mi habitación y me pidió que le pasara algo que estaba allí. Ricardo se puso tenso y dijo "por favor, déjame que se lo dé yo". No queriendo que este hiciera nada obsceno o quizás por algo de celos, me levanté a dárselo yo. Abrí la puerta, allí la volví a ver tan terriblemente sexy y le di lo que me pidió, dándome las gracias. Al darse la vuelta pude ver lo bien que rellenaba aquellos shorts negros con su culo. "Joder, si es que es normal que Ricardo esté así, posiblemente yo también estaría igual si no fuera mi hermana". Finalmente mi hermana Lucía se fue, mis amigos y yo nos pusimos a ver la película sin más dilación y no se volvió a hablar de ella, pero en mi mente todo aquello seguía presente. No podía quitarme aquella imagen del cuerpo de mi hermana mayor. También me venían imágenes de mis amigos intentando tener sexo con ella, que era lo más extraño.
    
    Cuando mis amigos se fueron de casa, sentía que tenía mucho calor en el cuerpo, como si fuera fiebre. Pero aquello no dejaba de ser deseo por mi hermana. Si le añadimos que nuestros padres nos han educado en la fe cristiana, aquello me generaba sensación de culpa. Era el morbo por algo prohibido, hacia una persona de mi familia, hacia aquella segunda madre a la que amaba. Nunca antes me había fijado en ella, al menos no conscientemente. Mientras más pensaba en esto, más me calentaba. Le dije a mi padre que me iría a duchar, pensando que así me calmaría un poco.
    
    En la ducha pude ver mi erección, que llegaba a dolerme de recordar el cuerpo de mi hermana. El agua caía y caía, pero no se me bajaba la excitación. De pronto me la imaginé entrando en el cuarto de baño tal y como iba vestida. Se me quedó mirando y dijo: "¿Así estás por tu hermanita?" Y mientras me lanzaba una mirada sugerente se quitó lentamente la blusa, las botas, los shorts y su braguita color carne y me hizo un gesto para que me acercara a ella. Me pasó los brazos por detrás mientras acercaba mi cabeza contra sus pechos y yo con mis manos rodeaba su cintura y empezaba a sobar su cuerpo. "Quiero que me folles", me decía al oído. Y sentándola en el lavabo, con sus preciosas y suaves piernas rodeándome y con sus pezones en mi boca comencé a penetrarla, imaginando su coñito caliente. "Oh, Dios", pensé mientras fantaseaba, "¿estaría tan caliente como un perro de no ser porque es mi hermana mayor? Nunca había estado así antes por nadie". En la misma fantasía, poco después, apareció mi amigo Ricardo, que comenzó acariciando los pechos de mi hermana por detrás.
    
    "Cómo me pone esta zorra", dijo aquel ...