1. Fui ofrecida


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi madre es una mujer hermosa de 40 años, mi padre la había dejado hacía poco por una mujer 15 años más jóven. Yo tenía en ese entonces 16 años recien cumplidos y me quedé a vivir con mi mamá. Nuestra casa era grande, tenía una hermosa piscina, y amplios jardines. Al irse papá mi madre hacía venir al personal de la casa solo hasta las 3 pm, luego se iban. Todos excepto el vigilante salían a esa hora. Teníamos 2, uno en la mañana y otro en la tarde.
    
    El vigilante nocturno empezó a decirme cosas lujuriosas y sentí miedo, se lo dije a mi madre quién me dijo. Sarah, mirate al espejo. Eres una mujer muy hermosa, luces mayor que lo que eres. Yo le expresé mi temor que estando dentro de la casa de noche pudiera hacerme algo. Ella rió y me dijo: Si te hiciera algo te daría un regalo que ni imaginas.
    
    Esa noche mi mamá me invitó a nadar desnudas en la piscina. Eso me gustó y así lo hicimos, al terminar me llevó a su habitación y a su bañera y me dió un delicioso masaje, luego de depilarme muy bien. Noté que sus manos resbalaban por mis senos, gluteos, y rajita, la sensación era deliciosa. Me preguntó con cuantos chicos lo había hecho y le dije que era virgen. Entonces empezó a lamer mi vagina. Tapé mi rostro, sentía un placer increiblemente delicioso, empecé a moverme eroticamente de manera totalmente natural, levantaba mi cadera y empecé a gemir lujuriosamente y tuve un orgasmo que me dejó temblando. Quedé allí tendida, jadeando y casi desmayada. Mi madre salió de la habitación y volvió poco después. Yo me levantaba de la cama y me hizo recostar nuevamente. Vendó mis ojos y empezó a besar mi cuerpo. Caí rendida, aquello era sublime, entonces sentí que se levantaba. Estaba a punto de otro orgasmo y le pedí que siguiera, sentí que se montaba sobre mi y ponía algo en mi vagina. Aquel pene se hundió en mi cuerpo totalmente. Di un grito de dolor y placer y comprendí que había sido desvirgada por el vigilante. No se por qué, pero lejos de rechazarlo y resistirme, tuve un nuevo orgasmo, que aquel negro prolongó mientras me cogía. Pronto tuve un segundo y tercer orgasmo, sintiendo como su semen se vertía a borbotones en mi vagina. El me quitó la venda y me beso con deseo. Estaba desfallecida, pero me sentía completamente llena y completa con su pene. Mi madre dijo: Los dejo solos para que duerman juntos esta noche. Mikel sacó su pene de mi cuerpo y vi sorprendida y fascinada aquel inmenso pene oscuro. No entendí como cupo en mi vagina virgen. Mikel vió que había manchado de sangre la sabana y me preguntó:¿Eres virgen o tienes la mestruación?, era virgen, le dije. Tu me desfloraste. Mikel me besó con deseo y poco después me montaba nuevamente. Esa noche Mikel me desvirgó por todos lados y amanecimos unidos y abrazados.
    
    Desde ese día compartí con mi madre a Mikel, muchas veces los tres juntos.
    
    Pero Mikel disfrutaba más con mi madre y me buscó un hombre negro jóven. Cada noche ambas oíamos los gemidos de placer de la otra. Me enamoré de mi amante y un año ...
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