1. Mi cuerpo y yo


    Fecha: 06/09/2024, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la verdad nada cambia la sensación de no usar brasiere. Me gusta quitármelo donde me encuentre excitada, voy a un baño y me lo quito. Lo llevo en la cartera hasta poder masturbarme y ya después de eso me lo vuelvo a colocar. La sensación del roce de mis pezones con la ropa es muy especial. Además el sentir que la gente me observa el pecho me humedece aun más... me pone más excitada y puedo tener varios orgasmos.
    
    Probé introduciendo objetos en mi ano, la primera vez lo hice con mi dedo y fue estupendo. No lo hago muy seguido pero cuando lo hago, lo hago y dentro de mi han estado una diversidad de objetos. Pero sólo por el ano porque decidí mantenerme virgen hasta el matrimonio.
    
    Para hacerlo por el ano, primero me excito bastante... acaricio mi cuerpo imaginando que no soy yo la que lo hace sino que estoy con otra persona, después rozo mis pechos con las sabanas y comienzo a frotarme boca abajo. Luego me tiendo de costado y comienzo a acariciar con una mano mis pechos y con la otra voy abriendo mi ano. Cuando ya se dilató, comienza la acción. Tendida boca abajo, sin sacar el trapo de debajo de mi clítoris, continuo frotándome con él y con una mano separo mis nalgas, mientras que con la otra voy introduciendo el objeto lo más al fondo posible. Llegar al fondo es lo máximo, choca contra algo y yo exploto... ¡Me encanta! Pero es difícil hacer todo eso y además frotar mis pechos, lo cual no me gusta dejar de hacer nunca.
    
    He probado algunas técnicas nuevas que me han recomendado por ahí, como la de las tetinas de biberones. No pude rozarlas con mi clítoris pues creo que es muy sensible, pero si las rocé con mis pezones y fue espectacular. Es una sensación diferente para mi zona más sensible y además puedo lamer las tetinas como si fueran pezones de verdad. Así no me siento tan solita ¡Es muy excitante! También probé cruzar las piernas tendida boca abajo, es una muy buena variación a lo que siempre hacia. Como que centra las sensaciones justo en el monte de venus.
    
    Hace tiempo cuando vivía sola, inventaba historias donde era yo la protagonista, una bailarina exótica, una prostituta, la chica que va a buscar trabajo y es seducida por el jefe, etc. Me gustaba disfrazarme y actuar. Hasta ensayé coreografías con vestuario y maquillaje. Eso me excitaba muchísimo y podía tener varios orgasmos.
    
    Ahora vivo con mi familia y a veces no me es muy fácil estar quitándome la ropa, así que me acostumbré a hacerlo vestida. No es espectacular pero me sostiene hasta encontrar un momento mas propicio. Me siento sobre un trapo en una silla con mi pecho rozando el espaldar. Como tengo las piernas abiertas puedo controlar bien el movimiento y como mi clítoris es bastante sensible la ropa ayuda también. Claro que prefiero estar desnuda pero si no se puede, no se puede.
    
    También lo he hecho en lugares públicos, los baños de los supermercados o centros comerciales son muy excitantes, excepto por los niños llorones que a veces entran y me desconcentran totalmente. ...