Helena, la zorrita universitaria es castigada - Relatos Eróticos

Helena, la zorrita universitaria es castigada

Me presento, soy Ángel, un chico de 35 años, vivo en la costa de Andalucía (España), soy un chico que lleva una vida sana, y amante de la playa, de la noche, del deporte al aire libre, de viajar, de las cosas buenas de la vida, sobre todo el sexo, :). Mi historia personal es un poco curiosa, soy nacido en New York, mi madre es newyorkina de orígen irlandés, y mi padre es de New Yersey, hijo de emigrantes españoles, por lo que desde muy pequeño hablo tanto inglés como español.

No he hablado de mi físicamente mido 185, de espaldas anchas y complexión atlética- fuerte, labios carnosos, mirada aniñada de ojos grises, rostro varonil y atractivo, tengo una bonita y armoniosa figura por naturaleza, con atractivas formas por genética, cuerpo modelado por la actividad física, piernas de futbolista, muy bien proporcionadas y bueno, para que andarme con rodeos, tengo una buena polla, lo se, a las chicas le gusta, su textura, su grosor, su sabor, su calor, su energía, su movimiento, su potencia, su leche..umm, no te estarás relamiendo de gusto no putita? No recuerdo haberte dado permiso.

En el anterior relato de esta serie, explicaba como conocí a una nueva compañera de carrera en la universidad, Irene, y como tuvimos química, y surgió algo especial entre nosotros.

Queda pendiente continuar la historia que hubo entre nosotros, cuando estábamos jugando en mi casa, y le propuse adentrarse en mi mazmorra..(recomiendo al lector leer mi relato Irene, mi adorable compañera de universidad , pero ahora me gustaría centrarme en otra compañera, se trata deHelena. Las aventuras que he ido teniendo en la carrera , corresponden a distintas compis, en algunos casos se cruzan y mezclan las historias con putitas universitarias distintas, así que ya lo iré desarrollando con calma a lo largo de los capítulos.

Tras mi encuentro con Irene, a las dos semanas empezaron las clases en serio en la universidad, después de Jornadas de Puertas Abiertas a estudiantes, y haberse presentado todos los profesores brevemente, comenzaba el horario normal de clases, y poder conocer a todas las que serian mis compañeras en la carrera, digo todas porque el 95 por ciento eran chicas matriculadas.

Aunque yo ya hubiera pasado el instituto, y tuviera formación universitaria en USA y en la academia de detectives, cuando se empieza un nuevo proyecto de estudios, siempre vuelven esos nervios, esas mariposas en el estomago, esa mezcla de ilusión por conocer nuevas personas que puedan aportar cosas interesantes. Y también pues ese miedo inevitable que por mi edad al empezar la carrera, ya pasados los 30, pues me hacia sentirme un poco con miedo escénico o ridículo de lo que pudieran las otras compañeras o las profesoras sobre mi.

Realmente yo sabia porque estaba allí, a nivel laboral necesitaba completar un grado en España, era imprescindible para mis proyectos profesionales. Me había matriculado en magisterio, y esta carrera pues era la que mejor me venia a nivel de nota de corte, plan ...