1. Patricia y su alumno


    Fecha: 03/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Rachael Newman, Fuente: CuentoRelatos

    Patricia abrió la puerta y se sorprendió ante lo que vio. Esperaba a un niñato de instituto; un adolescente flacucho e imberbe. Pero, en lugar de aquello, se encontró con un joven de 18 años, un alumno repetidor, seguramente, un chico alto, fornido, de cabellos muy negros y piel blanca, pero morena. En esos momentos vestía unos vaqueros y una camiseta blanca sin mangas que dejaba al aire sus musculosos brazos y dibujaba su endurecido torso. Ella, que ya estaba bastante caliente a causa del calor veraniego, no pudo evitar morderse el labio inferior excitada al verlo.
    
    El chico también se sorprendió al ver a aquella preciosidad que le había abierto la puerta. Una joven de 26 años de largos cabellos castaños, piel color marfil y un cuerpo escultural y voluptuoso que en esos momentos llevaba embutido en un ajustado top blanco y unos pantalones cortos de color rosa que dejaban al aire sus impresionantes piernas. El sudoroso joven la miró de arriba a abajo boquiabierto sin apenas disimular.
    
    -Tú debes ser David -dijo Patricia con una cálida sonrisa- el alumno nuevo.
    
    El joven, aún absorto en el atractivo de la chica, asintió con la cabeza.
    
    -Adelante, pasa -continuó ella haciéndose a un lado para dejar que entrara en el apartamento.
    
    Una vez dentro, lo llevó hasta la sala de estar, invitándole a que se sentara en el sofá, frente a una pequeña mesa de cristal donde dejó su mochila. Ella se sentó a su lado, cruzando sus explosivas piernas, y lo miró con una maliciosa sonrisa.
    
    -Bien -empezó a decir con una voz perversa-. Así que eres un mal estudiante que ha acabado con la paciencia de otras profesoras particulares...
    
    -Si -respondió el joven; mientras hablaba, echaba furtivas miradas a las piernas y el escote de la chica-. Le seré sincero. Yo creo que estudiar es una pérdida de tiempo, pero mis padres quieren que, al menos, termine el bachillerato y me obligan a malgastar parte del verano con estas clases particulares. Así que, si podemos empezar ya para que se acabe la hora cuanto antes...
    
    Se dispuso a abrir la mochila para sacar los libros de texto, pero Patricia lo detuvo cogiéndole suavemente por la muñeca.
    
    -¿Es que no te agrada mi compañía...? -preguntó en plan provocadora.
    
    -Por supuesto que sí, pero si fuera para otra cosa que no fuera estudiar...
    
    -Pues yo pienso que estudiar no es una pérdida de tiempo; lo que pasa es que no han sabido motivarte bien. Yo tengo un sistema especial para chicos como tú.
    
    -¿Qué sistema...? -preguntó el chico cada vez más nervioso y excitado.
    
    Ella, con una sonrisa cada vez más perversa, se acercó más a él hasta el punto de que casi le susurra al oído.
    
    -Te diré lo que vamos a hacer. Cada semana vendrás con una lección aprendida, da igual el tema o la asignatura, eso lo dejo a tu elección. El caso es que, si me demuestras que te la sabes, te daré una recompensa...
    
    El joven, cada vez más excitado, arqueó las cejas al mismo tiempo que en su entrepierna un bulto empezaba a crecer y a ...
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