Peligrosa Tentación 3 (Confesiones de un Pervertido) - Relatos Eróticos

Peligrosa Tentación 3 (Confesiones de un Pervertido)

... verga mientras me miraba a los ojos,

I- Uuuuyyy Uuuuuuy quiero seguir haciendo esto contigo siempre papitooo!!!! No dejes de darme esto!!!

Despues de decirme eso Iñaki llevo sus labios a los míos y yo respondo a ese beso transformándolo a un beso mas apasionado metiéndole mi lengua y masajeando la suya, tome su cintura con mis manos para hacer mas fuerza en su cabalgata y cogernos con mas furia.

Note esta vez cómo Iñaki se entregaba mas a mi con mas pasión sentía como El Niño me deseaba no le importaba que yo fuera su padrastro al igual que a mi no me importaba que el fuera mi hijastro y que fuera un menor de edad.

I-Aaaaahhh Aaaaaggggg asiiiiii!!!! Asiiiii!!!!Aaaaaaaaagggggghhh

Iñaki estaba corriendose sobre mi por primera vez veía la cara de Iñaki llena de satisfacción frente a mi llenándome el abdomen de su lechita, desesperado yo lo puse de perrita para culearlmela con fuerza mis huevos chocaban en su culo con cada embestida, Iñaki gemía como loco y yo disfrutaba de el calor que emanaban nuestros cuerpos chocando dentro de coche y comencé a deslechar mi verga y preñar a mi hijastro dentro del coche.

Fue una de las mejores cogidas que le había dado a Iñaki y fue tan buena que no me percaté de el peligro de esa cogida, ambos estábamos tan ocupados y concentrados dentro del coche que no me percaté de las luces que venían de a fuera del coche, eran las luces de una patrulla, a través de el cristal empañado vi como un oficial se acercaba al coche, mi corazón se quiso paralizar en ese momento, no nos dio tiempo de nada el oficial ya estaba tocando el cristal del coche, era demasiado tarde.

La excitación del momento no nos hizo darnos cuenta de que alguien nos había visto teniendo sexo dentro del coche y nos había reportado, todo se había puesto mal, el escándalo se hizo público yo iría a la cárcel por tener relaciones con un menor, mi esposa se encargaría de hacer justicia, obviamente se divorció de mi y a Iñaki lo mandaría a un internado castigándolo así por lo que había pasado.

Pasó un tiempo y de alguna manera Iñaki se las ingenió para escríbeme desde el internado así supe que el estaba igual que yo encerrado en un internado, en las cartas que me enviaba me decía cómo me recordaba y como me extrañaba, me escribía diciéndome que quería volverme a ver algún día que lo haría cuando fuera mayor y que yo saliera de la cárcel, de hecho creo que esas cartas que Iñaki me mandaba me hicieron mucho bien pues me sentía muy solo dentro de esa cárcel, en ocasiones Iñaki me decía en sus cartas que recordaba mucho las veces que tuvimos sexo y esos recuerdos que explicaba en las cartas me ayudaban para calentarme y recordarlos también y me masturbaba en mi celda mientras leía sus recuerdos que también eran los míos

Al final yo jugué con Fuego al meterme con mi hijastro y termine en la cárcel pagando por ello sin embargo la soledad era demasiado ya no me bastaba con esperar una carta de Iñaki para volver a masturbarme…