1. Una familia pervertida


    Fecha: 02/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos

    ... escurrían hasta sus muslos. Parece mentira que no me había dado cuenta de lo hermosas y ricas que eran las piernas de mi madre y ahora yo las tenía para lamerlas y morderlas.
    
    -¡Ufff hijo!, ¡así, chupa cariño, tómatelo todo mi amor!
    
    -Sí, mamá ¡me excita tu aroma y me excita que estés tan caliente!
    
    - Me tienes como una perra en celo, mi vida, y soy sólo tuya.
    
    Salimos de la ducha y en el piso del baño la levanté para acercarla a mí, quería darle por la vulva desde atrás y me acomodé tras de ella. Metí y mi verga con fuerza y ella la recibió con un gemido. La arremetía con mucha violencia y ella igual que yo estaba ardiendo.
    
    -Mamá, me voy a venir.
    
    -Sí mi amor, hazlo dentro de mí, anda cielo. Lléname toda con tu leche… ay cariño AAAHHH!!! CÓGEME MI AMOR!!!
    
    Seguí cogiéndome a mi madre con todas mis fuerzas, mi verga rozaba las paredes de su vagina y no pude contenerme más. Me aferré a sus pechos mientras le llenaba la panocha con mi semen. Ambos gemíamos de placer.
    
    Le di un beso en la mejilla y nos quedamos mirando. Después acerqué mi boca a la suya y nos besamos.
    
    Al pasar de los días íbamos como un par de enamorados tomados de la mano. La gente nos miraba como una pareja de edades dispares. Se estremecerían más al saber que somos madre e hijo. A los días lo hacíamos por lo menos cuatro veces al día.
    
    Mi madre se fue a la peluquería, se lació y tiño el cabello de morado en las puntas y se compró ropa más apretada. Era como si hubiera rejuvenecido 20 años.
    
    Pero lo bueno tiene que terminar. Al cabo de cinco días volvíamos a nuestra ciudad. Mi padre no comprendía los cambios en el aspecto de su esposa y la jovialidad. Extrañábamos tocarnos. Al cabo de tres días me acerqué por detrás a mi madre y le coloqué una venda en los ojos. Empecé a lamer su cuello y besar su cuerpo desnudándola por momentos. Mi padre regresó temprano y nos vio en la cama. Los gemidos lo hicieron subir rápido. Lejos de molestarse se quedó mirando tuvo una erección y nos pidió que siguiéramos mientras se masturbaba-
    
    Luego nos confesó que tenía problemas de impotencia, pero viéndonos haciendo teniendo sexo incestuoso se curó. Hasta ese momento no sabía que era voyerista. 
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