Siendo una verdadera puta
Fecha: 28/08/2024,
Categorías:
Anal
Autor: Natalia Arango, Fuente: TodoRelatos
Desde siempre me he considerado una puta, y no me averguenza aceptarlo y reconocerlo, soy una mujer que le gusta mucho disfrutar del sexo, por eso no vivo estresada o amargada, porque siempre mantengo feliz. Siempre tengo que tener una verga en la boca, en la cuca o en el culo, porque son muy fundamentales para que mi rutina diaria comience perfecta. He echo toda clase de fantasías, como sexo lésbico, ser azotada, e incluso hasta tríos, pero lo que sí no había probado aún, era ser una puta, pero una verdadera puta, quería saber que se sentía ser una puta de verdad.
Debo sentirme afortunada y al mismo tiempo agradecída, porque creo que tener a tu mejor amiga en el negocio de la moda, tiene sus ventajas. Ya que siempre va a estar dispuesta a diseñarte ropa, tus trajes sexuales, y siempre va a estar disponible para cuando se te ocurra algún caprichito. y esa vez para Sara no sería la excepción, y le pedí el favor de que me dieseñara un vestido para esa noche, pero tenía que ser el más rico y delicioso que haya diseñado alguna vez, que solo con que te vean caminar mientras lo usas, a más de uno se le pare la verga.
Mientras Sara me diseñaba el vestido, del cual yo ya tenía fotos de cómo sería, por mi parte me ocuparía de los otros detalles para que combinaran muy bien. Así que me fui al Éxito y me recorrí un buen rato la zona del calzado hasta encontrar lo que buscaba, necesitaba un par de botas de cuero de color negro, ya que tenían que ser del mismo color de mi vestido, no fue difícil encontrarlas, la encargada me ayudó a buscarlas y medirmelas, pero las dejaría pagas porque seguiría ocupada. Recorriendo el centro comercial, me compré también un par de guantes negros de cuero como el vestido y las botas, Ya solo me faltaría la parte de la joyería.
En la joyería compraría unos aretes bien grandes de argollas, un anillo, y un collar que cubriría todo mi cuello. Una vez terminado todo, Ya solo sería empezar a trabajar en mi cuerpo, cómo la parte del maquillaje, el aplanchado y cepillado de mi cabello, y un tinte rubio que quería aplicarme. Favor que también me haría Mi buena amiga Sara, porque ya maquilladita y vestidita estaría lista para la fase final de mi plan.
Pedí un taxi por medio de una aplicación, y le dije al taxista que me llevara el parque Lleras. Y qué bueno que no me tocó alguno de esos taxistas que se la pasan hablando y preguntando cosas que no les importa, porque a pesar cómo estaba vestida se concentró en la carretera y me llevó a dónde le pedí que me llevara. Y mas o menos en 22 minutos llegamos al sitio, me baje, le pagué, y camine hacia el parque vestida completamente como una puta.
Tenía algo de nervios y pena al mismo tiempo, porque por más que no fuera real, y solo se tratará de una fantasía, me daba cosa salir a buscar clientes desesperada, así que solo espere a ver quién me escogia. Y no me demoraría mucho esperando, porque más o menos dentro de 5 minutos de haber llegado, una camioneta se acercó hacia donde yo ...