Viaje al pueblo con mi cuñada Xime - Relatos Eróticos

Viaje al pueblo con mi cuñada Xime

Bueno como les había mencionado esta anécdota empieza en el poblado de Quila, muy cerca de Guadalajara, Jalisco. En este poblado la tía de mi cuñada tiene unas cabañitas que renta, y por las épocas de abril nos invito a pasar un fin de semana por allá, cabe mencionar que el poblado es muy chico y por lo regular después de las 7 de la noche no hay nadie en la calle porque el alumbrado publico es nulo y cierran todo, se puede decir que es como una ranchería.

Llegamos el viernes a medio día, mi esposa, mis dos cuñadas y mi suegra, para poder aprovechar la estadía y visitar varios lugares, cuando llegamos a la finca pude ver que tenían 3 perros, una hembra y dos machos, la hembra de raza grande y los machos de raza pequeña, parecida al french poodle, La perrita estaba encerrada y Ximena le pregunto que porque estaba así y la tía le comento que estaba en celo y que los perritos a pesar de estar pequeños no la dejaban en paz, yo pensé que había sido una pregunta normal hasta ese momento.

Pasamos la tarde normal, preparando carne asada y bebiendo unas cervezas, por lo que al final todos nos fuimos a dormir temprano o ese pensé, ya que por la misma cerveza me levante al baño como a las 11 de la noche, estaba todo apagado y solo se iluminaba rara vez con la luz de la luna que se dejaba ver entre las nubes, salí a la terraza y vi de la cabaña de a lado que salía Xime sin hacer ruido, por un momento pensé que iba hablarle a su novio por teléfono, fui atrás de ella para asustarla, pero cual fue mi sorpresa que se fue directo al lugar donde la tía tenia encerrada a la perrita, algo le decía pero no escuchaba bien solo vi que se quito una calceta y la paso por toda la vagina de la perra como queriendo impregnar todo su olor en ese calcetín, en ese momento ya sabia que tenia en mente.

Ella llamo a los machos y se fue a un costado de un cuarto donde tienen guardadas varias herramientas y no se ve nada a menos que pasen por la calle, observe a la luz de la luna como se quitaba su pijama que para esa ocasión era un short pequeño y una sudadera, ella se paso la calceta por toda su vagina y parte de sus pechos, los perritos al sentir ese olor no tardaron mucho en querer penetrarla, desde el punto donde estaba no veía bien que tanto pasaba, así que decidí ir a verla, al fin y al cabo era su confidente.

Cuando me acerco a ver bien, ella estaba abotonada con uno y le estaba haciendo sexo oral a otro, solo volteo y me dijo pensé que no ibas a venir a verme, y con una sonrisa me dijo que me había visto desde que me salí a la terraza, pero que le excitaba el solo pensar que puedo haber sido uno de sus primos o incluso su tío, y que esos perros a pesar de ser pequeños le daban mucho placer, también que sentía como el que la estaba penetrando se esta viniendo dentro de ella y que era una perra en celo que deseaba tener sexo no solo con ellos, si no con cualquiera que se le antojara, decía que ese fin de semana se volvería la mas puta , en cuanto termino de ...