1. Esclavo doméstico. Parte 1


    Fecha: 19/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: pochi24, Fuente: SexoSinTabues30

    El día que tanto había esperado por fin había llegado. Inmediatamente llegó a mi casa, todo se incendió de dominación, de poder, de su vibra. Soy hombre, tengo 25 años, 4 años menos que mi amo. Mi casa, mi sueldo, mi cuerpo, y todo de mí ahora le pertenece y este es el inicio de la vida que elegí vivir.
    
    Al cerrar la puerta estaba yo, su esclavo, justo como me dijo que lo esperara: con nada más que una pantaloneta y recién bañado. Inmediatamente, y sin pensar ni un segundo dijo:
    
    -De rodillas, esclavo, ya.
    
    No había terminado la frase y yo ya estaba de rodillas ante mi dios, mi rey, mi dueño, me pegó una fuerte cachetada que hizo que cerrara los ojos y mi cara girara.
    
    -Guíame a mi habitación
    
    Lo guíe de pie y pareció sentir agradable la habitación que había preparado para él, parece haberle gustado cómo había ordenado esa habitación para él, para su comodidad, aunque nunca lo dijo. Se sentó en la cama para comprobar que el colchón fuera de su pleno agrado y yo me quedé de pie con las manos atrás como habíamos acordado.
    
    -Qué esperas para quitarme los zapatos y las medias? – y me dio otra cachetada, esta vez no tan fuerte
    
    Con la rapidez de un resorte nuevo me tuvo de nuevo de rodillas, esta vez estaba quitándole los zapatos que puse a un lado de la cama en perfecto orden y dentro de los cuales metí las medias que también le había quitado y me quedé ahí sufriendo su indiferencia mientras se ponía cómodo. Luego de unos minutos de estar de rodillas, con las manos atrás y la cabeza gacha para mantener la mirada en el suelo por fin inmutó palabra nuevamente:
    
    -De pie
    
    Igual de rápido podía pasar de estar de rodillas, a estar de pie. Y así me revisó, sin poder mirarlo fijamente o mantener la mirada en él. Levanté los brazos para revisar que los vellos de las axilas estuvieran a ras como todas las partes del cuerpo, luego me revisó la boca (Que dejó llena de sus escupas), los oídos, la lengua, el ombligo. Luego me di la vuelta, y estuvo escupiéndome un poco, me bajé la pantaloneta y quiso revisar primero mi culo, que hizo que abriera hasta que el ardor fuera casi insoportable y no pude evitar un quejido en un susurro; luego me giré de frente después de dejarme las dos nalgas rojas y dolorosas “para que no puedas sentarte” dijo con rabia, y una vez de frente me revisó el pene, y que no tuviera abundantes vellos allí. Con la misma importancia prestada hasta ahora se volvió a recostar en la cama, tomó su celular y me chasqueó los dedos señalando sus pies descalzos dándome la orden de iniciar con el masaje descansado y reconfortante. Me quedé allí con el masaje en cada planta cerca de 30 minutos, que se me pasaron volando por la perfección de momento, durante la hora que estuve allí él no se inmutó, no le importó que yo estuviera, no hizo gestos, no le importaba nada. Luego, sin más, me ordenar comenzar a mojarle los pies, yo no creía que fuera a darme ese privilegio; me ponía un poco triste que en cerca de 2 horas yo no había ni siquiera ...
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