1. Obras en casa


    Fecha: 18/08/2024, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola, chicos. Soy Pedro de nuevo. Quiero contaros algo que nos ha pasado en estas vacaciones, mejor dicho a la vuelta de las vacaciones. Hemos pasado las Navidades fuera, y a la vuelta nos hemos encontrado un aviso de un vecino diciéndonos que tenía una gotera en su casa por algún problema que ha debido de haber cuando hemos estado fuera. El caso es que ha venido el perito a ver el tema y dijo que en unos días enviarían a una empresa para que reparara todo el problemón que era picar todo el baño.
    
    Efectivamente se puso en contacto con nosotros una empresa de reparaciones, y quedamos en que irían a mirar el baño al día siguiente. Como yo estoy en paro ahora y mi mujer trabaja por las mañanas, estaría yo en casa cuando vinieran.
    
    A las nueve de la mañana del lunes se presentaron los dos obreros, uno era español como de unos 55 años y era el jefecillo. El otro era un chico árabe de unos 25 años, de Marruecos, y era en realidad el único que trabajaba, porque el otro estaba escaqueándose todo el tiempo. Yo estuve en casa bastante del tiempo que estuvieron trabajando, pero como también tenía que salir lo único que hice fue guardar en algún sitio seguro el dinero en efectivo o móviles o alguna cosa que alguno de los dos pudiera llevarse. Nunca sabes qué puede pasar.
    
    Por la tarde ya llegó mi mujer y estuvo toda la tarde en casa. Ya os he contado como es Mariluz en otro relato. Alta, delgada, morena, pelo corto, no muchas tetas, pero sí un buen culazo. Al estar los dos obreros en casa, y encima con el frio que ha estado haciendo estos días en Valladolid, la verdad era que se puso una bata de invierno encima, y no estaba precisamente sexy, pero ya me pude dar cuenta de que los dos tíos no paraban de echarla miradas cuando creían que no nos dábamos cuenta, intentado ver alguna cosa.
    
    El día siguiente fue más o menos lo mismo, pero por la mañana estuve un par de horas fuera y los obreros se quedaron solos durante ese tiempo. Ya por la noche, Mariluz y yo nos pusimos calientes, y empezamos a morrearnos en la cama y a sobarnos por todos los lados. Me bajó el pantalón y mientras me empezaba a masturbar suavemente y mi pene empezaba a levantarse, me preguntó:
    
    - Pedro, tengo que preguntarte una cosa. ¿Tú te has masturbado hoy con alguna de mis bragas?
    
    Ella sabe que cuando estoy sólo en casa, alguna vez me masturbo viendo alguna página de Internet, pero esta vez no había hecho nada.
    
    - No, cariño. Yo no he sido, ¿por qué preguntas eso?
    
    Sin responderme, se levantó, fue al baño, abrió el cesto de la ropa sucia, y sacó un tanga rojo, y me lo trajo.
    
    - Al ir a meter un trapo en la ropa sucia, he tocado el tanga sin querer y mira lo que hay.
    
    Se notaba una mancha húmeda y todavía espesa en el tanga, y al olerla, sí que olía con ese olor fuerte del semen.
    
    - Joder, es semen. Y vaya corrida que se ha pegado. Pues si no he sido yo, evidentemente ha tenido que ser uno de los obreros.
    
    - Claro que sí. ¿Qué hacemos? ¿Se lo decimos a su jefe?
    
    - ...
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