1. Mosquita muerta: ¡Dame por el culo mi amor!


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Pasaron alrededor de seis meses para poderme llevar a Melody Nicole a la cama. Ella tenía alrededor de unos 33 años y yo tenía mis 36 por ese tiempo y desde que la vi, me gustó ese sensual y bello rostro y, su espectacular cuerpo con un trasero de ensueño. Trabajaba en un restaurante bar peruano que por pura casualidad visité y ella me atendió y desde ese momento me obsesioné por algún día probar ese hermoso trasero que tiene. Regularmente vestía pantalones vaqueros con blusas escotadas que dejaban ver una buen porción de unos generosos y redondos pechos y no sé si lo hacía adrede, pero muchas veces se agachó y no recuerdo las circunstancias, pero me dejaba ver la tanga que vestía. Siempre que hizo lo mismo llevaba tangas y la verdad era el foco de atracción a pesar de que había chicas más jóvenes y preciosas, pero no con ese espectacular culo que tiene Melody Nicole.
    
    Fueron muchas veces las que rechazó mi invitación a salir. Decía que era divorciada, que estudiaba en un colegio comunitario cuando no trabajaba y que su vida era muy ajetreada y que por cuestión de su divorcio se estaba dando el tiempo para pensar lo que deseaba hacer con su vida. La razón porque seguí yendo al restaurante a pesar de sus rechazos, era porque sentía que nos atraíamos mutuamente y ella en algo me coqueteaba. En esos meses de platicar me confesó que era estéril y, que eso había contribuido para llegar al divorcio y luego que su ex, según ella, era muy machista y extremadamente celoso. Siempre me hacía bromas de doble sentido e incluso llegó a indagar de mi vida sexual y eso abrió la ventana para de alguna manera conllevar con cierto morbo las pláticas.
    
    Un día de repente, creo que no me había acercado por dos semanas consecutivas y esa tarde me dijo de una manera más directa: - ¿Ya no me has invitado más a salir contigo? – La verdad que ya me había hecho la idea de que Nicole era de esas que le gusta calentar huevos, pero no te dan nada. Ese día le dije, que cuando ella se animara a salir, saldríamos donde ella quisiera. Me dio una sonrisa sensual y me dijo: ¿Qué te parece mañana, tienes tiempo? – Obviamente que haría lo imposible para posponer lo que debería posponer para intentar follarme a esta linda chica. Tenía el cabello castaño y ondulado y lo usaba corto; rostro alargado, ojos almendrados, cejas finamente depiladas, labios delgados, nariz pequeña y puntiaguda, de unos pechos de copa C por lo menos y redondos y unos glúteos que con sus pantalones vaqueros se le miraban firmes. Ese día me dijo que fuéramos a caminar a un lago que queda cerca del lugar.
    
    La recogí de un estacionamiento de un centro comercial y manejamos unos 30 minutos. Llevaba un bustier color naranja que me dejaba ver su ombligo y por primera vez la veo en una minifalda. Sus piernas son alargadas y tiene unos muslos bien definidos que hasta me vi obligado a preguntarle donde se ejercitaba y para mi sorpresa me dijo que solo caminaba, eso era todo su ejercicio. Caminamos por unos 30 ...
«1234»