1. El Incubo del Internado 40


    Fecha: 23/09/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30

    ... acariciaba sin perder de vista como follaba con las niñas, que suspiraban deseosas de más y empezaban a decir:
    
    Jay, te extrañamos – decía Tamy con una voz melosa.
    
    Si, ahora danos con todo – añadía Sary más erótica.
    
    Somos tuyas – declaraban al unisonó deseosas del placer.
    
    Par de putillas, quieren verga – agregué con falsa molestia.
    
    Ellas me sonreían con picardía, logrando que mi sangre hirviera, las encontraba tan preciosas, llenas de sensualidad erótica, fui a su entrepierna, subí sus falditas, y les saque sus pantis, Sary usaba una blanca, pero la Tamy era amarilla, eso me encendió bastante, a ella se la dejé ir primero, abriéndola completamente, la niña puso los ojos en blanco, pero también dejo salir una gran sonrisa, mientras comenzaba a penetrarla, fui bastante brusco, quería que sintiera quien mandaba ahí, pero esta solo gemía entregada al placer, cosa que no me molestaba en lo más mínimo, era adictivo oírla, en eso sentí unos pequeños labios, era Sary quien me estaba besando, y sin detenerme comencé al besuquearla mientras la comencé a sobar desde su culito hasta su vulva, me sentía tan bien como no recordaba, coger a esas 2 era una locura, y apenas le llene la concha a una, deje a la otra encima para embestirla, esta se dejó hacer todo, estaba tan mojada que escurría, e incluso que perversas eran que comenzaron a besarse entre sí, mientras seguía metiéndosela con todas mis fuerzas era una locura, pero no terminaba aún, pronto se fueron acercando Tea, quien no contenta con jugar usando el cuerpo de Elisa, quien dormía exhausta en la cama junto a lexy, quien seguía mirando, pero esta fue para estar ir a mi lado, traía una cara de deseo difícil de resistir, como cuando se mojo hace años para mostrarme sus pechos en la escuela, ahora a mi lado se metía para comenzar a jugar con ambas, así mientras empalaba a una en mi frenético vaivén sacando suspiros junto con sus jugos, mi chica jugaba con la otra, sobando su pequeño cuerpo candente logrando que gimiera desconcertada por ese tipo de toques lésbicos, alargando esa sesión de sexo, mientras eran víctimas del placer provocado por ambos, mientras esperaban a que preparara otra descarga, para bañarse con mi leche, en un festín de lujuria, que no terminó pronto, pues iría cambiando de una a otro, irrumpiendo en sus coños jugosos, los cuales escurrían sin cesar, mientras la casa se llenaba de gemidos, o gruñidos de mi parte, me había convertido en una bestia de sexo, deseando hacerlas mías, y como esclavas de mis deseos, todas se entregaban entre suspiros y palabras cargadas de deseo, que aceptaba con descargas de mi leche en su interior…
    
    Horas después estaba acostado en la cama, Tea a mi lado, pues fue la última en recibir mi carga, en su vulva, goteaba por tanta acción, había logrado quedarme con todas las mujeres que deseaba, me convertí en un mandamás en la ciudad, pues los altos mandos fuera de ahí confiaban en mi aunque no creían en nada sobrenatural, sólo tuve que ...