Por mi esposo me convierto en una puta II - Relatos Eróticos

Por mi esposo me convierto en una puta II

... la vida en peligro y para rematar la nevera vacía. Todo por no hechar un polvo. Yo tú lo pensaría.

Andreina. Joder era cierto. Está bien lo haremos pero 4 veces y ni una más. Todo sea por salvarlo. Tendría remordimientos si no lo ayudo y finalmente muere. Pero cómo te odio hijo de puta.

Mario- igual te voy a follar, acércate.

Andreina- me acerqué y este jaló el mini traje de baño metiéndolo todo por la raja de mi vagina. Así varias veces dejándolo metido hasta el fondo. Luego se mojó los dedos y me frotó los labios vaginales.

Mario- que rico se te ve el coño con el bikini enterrado.

Perra Ponte a cuatro patas en el sofá cama.

A- Me puse a cuatro en el borde del sofá y el se puso de rodillas detrás mío, quedándo mi coño a la altura de su cara

Mario-jalé duro el traje de baño metiéndoselo todo hasta que este se rompio. Ella chilló y luego me metí en su vulba, lamiéndole todo el sexo. Le dije por Dios que rica estás.

Así le chupé el ano metiéndole mi lengua todo el rato, mientras ella se mantenía rígida. Se notaba que estaba aguantando las ganas. Empecé a lamerle el culo y el coño al mismo tiempo. Al hacerlo empezó a gemir. Eran sonidos ahogados como intentando que no la ollera. Acto seguido le separé las nalgas a tope abriéndole todo su sexo, el cual se le veía mojado de un flujo blanco.

A- no aguanté las ganas y empecé a gemir, vaya forma de comerme el coño.

Mario- estás ovulando perrita. No querías, pero te están bajando los flujos por las piernas. Menuda guarra.

A- En mi mente solo quería que la metiera ya. Joder 11 meses sin follar. Me dije a mi misma, imaginaré que es Carlos, él que me está follando. Asi será más llevadero este calvario.

Por fin la clavó y pensé es más pequeña que la de Carlos pero más gorda, se siente bien.

Mario- la agarré de las caderas y se la metí toda y así todo el rato. Se la sacaba toda y se la metía de golpe. Mientras ella chillaba ya sin disimular.

Andreina- empezó a darme nalgadas, cosa que me asustó pero luego me gustó. El era todo lo contrario a Carlos. Mi esposo lo hace de forma romántica y dulce. Mario en cambio era guarro y sadico. Pero para qué negarlo esto tenía su punto.

Al final sentí las nalgas calientes y eso me excitó más.

Mario- perra estás que te fundes, me tienes la polla toda mojada de tus flujos. Se que estás a punto de terminar pero aún no te voy a dar ese gusto.

Andreina- por favor Mario déjame acabar ya

Mario -de eso nada perra, antes dime.

Quien es el dueño de tu coño?

Andreina -no respondí. Pero el me la sacó. Noooo por favor métela.

Mario- te la meto si me dices que eres mi puta y Carlos es un puto cornudo

Andreina- coño eso no lo voy a decir. Me voy.

Mario- la agarré por los pelos y la llevé arrastrando hasta la mesa. Allí la puse boca arriba y se la volví a clavar.

Ella me miraba con odio, pero seguía chillando.

En ese momento tocaron la puerta y ella se asustó.

Andreina- por favor Mario no dejes que nadie entre. ...