1. Mi novia por entrar al BDSM logró perder mi amor


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... y le corrí el tapa ojos. Tenía los ojos desorbitados. Le quité el trapo de la boca y me gritó:
    
    —Hijo de puta, me vas a matar.
    
    Se lo puse nuevamente y tomando la fusta, le di varios golpes en los pezones mientras le decía.
    
    —Te dije que nada de insultos, última advertencia. Se acaba todo. Y le puse el tapa ojos nuevamente.
    
    Ella asintió con la cabeza, di varios golpes más y me senté a mirar como gozaba. Fueron varios minutos y mi pija ya estaba parada nuevamente. A pesar de tener ocupada la boca con la tanga se escuchaban sus gritos y gemidos de placer.
    
    Me puse a su lado y le quite la tanga. Giré su cabeza y comencé a cogerle la boca con todo. Aumentaba la velocidad de la máquina que la penetraba y ella gozaba sin parar. Estuve un rato cogiendo su boca, y detuve la máquina y el estimulador.
    
    La solté, para acostarla boca abajo. La ate con fuerza a la camilla con las piernas bien separadas. Cambie el pene plástico de la máquina por otro más grande y nuevamente la puse en funcionamiento.
    
    Fui a su boca y tomándola de los cabellos la penetre.
    
    —Parece que te gusta sentir dos pijas.
    
    —No, pijas una sola, la tuya amor. Me dijo.
    
    La hice chupar un rato más, y parándome detrás de ella, con el embolo de la maquina entre mis piernas, escupí su culo y apoye mi pija.
    
    —Tato, por favor, no…
    
    —Vos quisiste jugar… juguemos.
    
    —Despacio por favor.
    
    La fui metiendo despacio, mientras la maquina le taladraba la concha. Ella gemía de placer. Cuando la tuvo toda adentro, fui moviéndome de menor a mayor velocidad. En un momento que el pene plástico estaba bien adentro, detuve la máquina.
    
    Nunca le había hecho la cola, algo que deseaba mucho. Estuve una buena cantidad de minutos bombeando, Tina, ahora acostumbrada gemía y pedía que le dé con todo. Su culo era estrecho y ella descubrió que apretando su esfínter tenía mayor placer.
    
    —Desgraciado, por fin de diste el gusto, que lastima que tarde tanto en descubrir que me gusta esto. Dijo.
    
    —Pues ahora lo sabes, y pienso seguir usando este culo mucho.
    
    —No doy más, lléname el culo de leche. Me dijo.
    
    Y acatando su pedido, acabe en su culo, llenándolo de leche.
    
    Saque la máquina, la desaté y en cuanto estuvo libre se puso de rodillas para chuparla y limpiarla.
    
    Fue al baño y la esperaba en el living con dos vasos de whisky.
    
    —Tato, sabes que me cae duro el whisky.
    
    —Un poco después de jugar no te va a hacer mal.
    
    —Es increíble como me haces gozar, y lo de la máquina cogiéndome, no me lo esperaba, y menos que me rompas el culo mientras la otra me daba en la concha. Fue tremendo. Y tu acabada, en mi culo, por favor, que placer.
    
    Seguimos charlando un rato, me contó como sintió cada cosa que le hice, y el whisky empezó a hacer efecto en ella. Primero tocaba mi pierna y luego, directamente tocaba mi pija mientras tomaba sorbos de whisky.
    
    —Ves, me puso loquita el whisky. Quiero…
    
    —Tenés el collar puesto, lo que quieras… no me interesa…
    
    —Pero Tato… por favor… Me dijo ...
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