1. Puta por necesidad. Segundo cliente


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Confesiones Autor: Cecy, Fuente: CuentoRelatos

    ... le acepté una cerveza para ver si me tranquilizaba un poco, en lo que nos tomamos la cerveza me platicó que era viudo y que tenía un taller mecánico, pero que algunas veces contrataba muchachas para desahogarse sexualmente.
    
    Después se acercó y me besó yo correspondí al beso, se notaba una desesperación o necesidad de sexo ya que casi me quería comer, eso me calentó mucho, metía su lengua en mi boca con desesperación, mordía mis labios muy rico, su mano rápidamente busco mis nalgas y empezó a sobarlas y apretarlas con fuerza, beso mi cuello y poco a poco fue bajando hasta llegar a mis chiches las cuales sacó del bra y las lamió con alegría y entusiasmo, como son muy grandes las chupaba por un lado y por otro, después le dio su exclusividad a cada uno de mis pezones, los cuales se paraban de tan caliente que ya estaba, su barba me picaba por todos los lugares donde me recorría, era una experiencia que no había sentido, se sentía rico sentir esa sensación en mi piel.
    
    Después de un rato me cargo como si fuera una muñeca y me aventó a la cama, me pidió que me quitara el vestido, yo me paré y me quité el vestido quedándome sólo en tanga y bra, Miguel se quedó petrificado viéndome de arriba abajo y me dijo estás buenísima, ese tanga te queda fabulosa y que par de nalgas te cargas, ahora sí que Doña Mago me mandó algo bueno, le voy a dar una propina extra.
    
    Miguel me bajó la tanga con los dientes y al ver mi panochita de inmediato se clavo en ella, así de feroz como me besó ahora me comía la concha, metía la lengua por todos lados, daba ligeros mordiscos a ambos lados, por momentos boca y nariz estaban dentro de mí, yo en la luna retorciéndome de placer sintiendo esa embestida en mi cosita, al contrario de Rafael esta vez era más salvaje y con mucha intensidad, Miguel me pidió que me pusiera en cuatro, yo accedí rápidamente pensando que ya me iba a penetrar, pero él siguió chupando, parecía que le fascinaba mamar la vagina, después dio un cambió de dirección y me empezó a lengüetear el ano, al principio me saque de onda, pero sentía igual de rico que en la vagina o tal vez más, yo lo estaba disfrutando mucho, él trataba de meterme su lengua y eso se sentía genial, pasado un rato ya tenía yo ganas de que me metiera la verga así que me volteé y le bajé el pantalón y me llevé una gran sorpresa, tenía una vergota grande y gruesa, me asusté pensé que me iba a lastimar, pero ya no podía hacer nada, se la empecé a mamar pero no me cabía en la boca, hice un esfuerzo y me la comí, creo que sólo la cabeza porque si estaba grande.
    
    Después cambié de estrategia y mejor se la chupé por los lados y me bajé a los huevos, la verga la sentía pesada en mi cara yo creo que la cabeza rebasaba la frente, finalmente se acostó y me dijo que me sentara en ese monstruo, yo lo hice con mucho cuidado, empecé lento, pero era tan grande que no entraba, fui soltando un poco más de peso y sentí como se abría mi panocha me levantaba un poco y me volvía a bajar lento, así ...