1. Vida En La Ciudad


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Fetichismo Voyerismo Autor: CezarSalazarp, Fuente: SexoSinTabues30

    Estoy de vuelta después de tanto tiempo. Continuando con mis anécdotas como vouyerista. En mis relatos pasados podrán saber como fue que me entro ese morbo de ver a las personas desnudas, ropa interior o situaciones incómodas para ellos que a mi me causan placer.
    
    La vida en el pueblo me encantaba, porque la gente era más liberal, sin tantos tabúes. Ahí desarrolle mi lado morboso. Viví grandes experiencias que siempre voy a atesorar. Al llegar a la ciudad, la vida era totalmente opuesta. Aparte que las cosas eran más movidas, por el tipo de vida. Habían más asuntos legales, ahí si uno acosaba a una chica, rápidamente se sabía en cambio en los pueblos, podías hacerlo a gusto.
    
    Llegué a mi nuevo hogar un día Viernes. Mis papás habían adquirido una casa en un barrio de clase media en mi antigua ciudad. Literal era el chico nuevo que empezaría su vida desde cero. No tenía conocidos o amigos cercanos. Y en aquel entonces comenzaban en su apogeo las redes sociales y medios de comunicación más sencillos para personas como yo. Al ser nuevos en el lugar, aun no teníamos internet, y no tenía computadora. Por lo que me distraía viendo televisión y subiendo al techo a hacerme tonto.
    
    Con la llegada de la pubertad me volvía más morboso. Me excitaba ver colgada la ropa interior de las vecinas e imaginarme como se verían usándolas. Mi imaginación desde pequeño me ayudaba a darme autoplacer. Así que en el techo me masturbaba viendo las prendas. Cómo estaban algo lejos no podía robarlas.
    
    Faltaban varios días para entrar a clases, hasta en la escuela podía hacer amigos. Mientras tanto me tenía que acostumbrar a mi soledad. Mis papás trabajaban y me quedaba solo en las tardes. Lo cuál era perfecto para buscar los medios de excitarme yo mismo. A veces con la ropa de los vecinos o con mi imaginación. Era tanto mi morbo que ya no solo me excitaban las prendas femeninas, también tuve cierta curiosidad por algunas prendas masculinas que pensé se verían sexys en algunas personas. Pero mi fuerte siempre han sido las mujeres. El género más dificíl para esta vida vouyerista.
    
    Claro que era fácil ver mujeres desnudas o semi desnudas en televisión, redes sociales, revistas, fotos, pero nada se compara al tenerlas en vivo. Me genera un placer único. Para mi mala suerte, en el barrio parecía que solo había una niña de unos nueve años. La cuál su mamá lavaba sus calzoncitos con dibujitos, y moñitos. Colgaba en el tendedero y me ayudaban a inspirarme para hacerme una buena chaqueta como llaman a masturbarse.
    
    Nadie en el barrio se imaginaba que un chico de trece con una mente tan pervertida estaba buscando la oportunidad de presenciar algo que le cause placer. Actuaba como un chico bueno con los vecinos, pero dentro de mí quería ver a las señoras desnudas o en calzones aunque sea. Me estaba volviendo un maníaco sexual.
    
    Me estaba resignando que las cosas iban a ser así y que mi oportunidad llegaría al entrar a clases. Hasta que una tarde las cosas pintaron a mi ...
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