1. Debes decidir, Mía


    Fecha: 22/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Arantxa, Fuente: TodoRelatos

    El vehículo llega junto a una pequeña casa campestre, en dónde se puede ver ya estacionado el auto de ÉL, pero sin nadie en su interior.
    
    El desconocido baja y abre la puerta de la inmóvil copiloto, le suelta el cinturón y le da la mano para que baje del auto.
    
    Ella sale, arreglándose la subida falda, cierra la puerta y, sonriéndole, pronuncia un escueto agradeciendo mientras se incorpora en el metro setenta que le logran dar sus tacos, pero aún así le llega solo al hombro a su acompañante, quien la mira hacia abajo.
    
    Los vibradores insertos en su cuerpo no le han dado tregua durante los últimos 35 minutos, manteniéndola muy cerca de un orgasmo que le está prohibido, por lo que su postura que pretendía ser altiva, no logra tal efecto, pues su rostro denota la tensión sexual que ella intenta apaciguar.
    
    Con un movimiento inesperado y firme, su acompañante la gira, la deja mirando hacia el auto y la apoya contra la puerta cerrada, presionándola firme con una de sus manos en la parte de atrás del cuello para evitar que se mueva. La otra mano mueve sin reparos el vestido y busca directamente entre sus nalgas el segundo vibrador, que está alternando entre una potencia muy baja a una potencia intermedia hace largo rato.
    
    El espectáculo le debe resultar satisfactorio porque, acercando la boca a su oído, le susurra que ÉL tenía razón al decirle cuán atractiva, caliente y bien portada podía ser ella.
    
    Retira ambas manos de ella, pero apoya todo el peso de su cuerpo en su espalda, hundiendo su sexo aún vestido contra sus nalgas descubiertas. Los vibradores paran. Sus manos la recorren, la miden, la estimulan y la excitan.
    
    Ella siente que el extraño busca algo en los bolsillos y luego, la priva de la visión con un pañuelo que termina de enrollar alrededor de su cuello. Luego, deja de sentir la presión de su cuerpo y el recorrido de sus manos.
    
    Ella mantiene por inercia la posición, pero se siente sola. No oye nada, no siente nada, no ve nada, no huele nada. Se siente vacía y sola.
    
    Habla pero nadie le responde.
    
    Nuevamente siente la frustración de ser ignorada, y odia sentirse ignorada. No se iba a poder acostumbrar a eso nunca.
    
    Deben haber pasado solo un par de minutos en esa situación, cuando se dispuso a bajar las manos para sacarse la venda y arreglarse la falda. En eso, la voz de ÉL la detuvo: no sé te ha ordenado moverte, Mía. Sube las manos sobre el auto y separa las piernas ahora . Sino, el juego acaba acá. La decisión es tuya, princesa.
    
    Ella tiene clara su decisión. Pone las manos en el techo del auto, se reacomoda separando las piernas, y espera en respetuoso silencio.
    
    Luego de ello,se suceden dos pares de manos tocándola, recorriendo cada parte de su cuerpo, metiendo y sacando los juguetes, mordiendo, apretando y haciéndola gritar de placer. Luego, le levantan la falda y alguien la penetra por el culo tras remover el juguete, ella no sabe quién es. Y un par de manos le estimula el clítoris, mientras varios dedos le ...
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