Debut - Relatos Eróticos

Debut

Desde los 11 años en adelante vivi infinidad de juegos sexuales muy variados en intensidad y duracion. Con el paso del tiempo uno va aprendiendo y ganando experiencia para provocar situaciones placenteras e ir profundizando lo máximo posible en pos de lograr el objetivo de concretar el acto sexual, el coito y por fin lograr penetrar una vagina.

A los 15 años fue mi debut sexual completo luego de varios años en los que como mucho conseguia una paja o una xhupada de pija sin mas.

Brenda, asi se llamaba, era la hermana menor (13) de un compañero del equipo de futbol del club del que era socio. Yo sabia que ella gustaba de mi desde hacia un tiempo pero como pasa muy habitualmente en la adolescencia a mi me gustaban chicas mas grandes que no me daban bola y a las mas chicas las veia muy nenas y no me atraian. Sin embargo Brenda me provocaba sexualmente y mas aun luego de enterarme que estaba «enamorada» de mi segun ella misma le comentaba a cuanta amiga y conocida del club tenia con la clara intencion de que llegara a mi conocimiento a traves de los rumores que se corrian en el ámbito adolescente.

Lógicamente al ser mas chica y hermanita de un amigo me daba temor encarar una situacion y mucho mas que se supiera. Asi que tanto el deseo como el temor hicieron que llevara las cosas con sumo cuidado y discrecion.

Con su total consentimiento comenzamos de a poco una relacion secreta y clandestina. Los primeros encuentros a solas y lejos de toda mirada que nos descubriera, me sorprendieron y marcaron el destino hipersexual de la relacion prohibida.

Brenda era muy flaquita pero con unas piernas largas que atraian. Rubia de cabello largo, ojos muy verdes y una tez muy bronceada la hacian una belleza muy angelical muy de niña. Me gustaba mucho y me atraia pero al mismo tiempo me daba temor esa apariencia de nena menor de su edad. Mas niña que adolescente. Casi ni se notaban sus tetitas apenas incipientes. Pero claro esa aparencia escondia una adolescente totalmente revolucionada hormonalmente y una personalidad y seguridad que apabullaban.

Totalmente sorprendido desde el primer encuentro ella marcó los tiempos de un camino que yo no imaginaba a priori y que obviamente me encendieron y aceleraron inmediatamente dejando mis prejuicios y temores rapida e impensadamente atras.

A pesar de su casi absoluta inexperiencia, sus deseos desatados por ese enamoramiento que yo sin ninguna intencion le provocaba, no la atemorizaban ni la hacian dudar, por el contrario y a pesar del condicionamiento que le impuse de guardar secreto y discrecion, la estimulaban a ir por mas con total seguridad.

Nuestros primeros besos y caricias nos provocaron un deseo mutuo salvaje, feroz e irrefrenable. Yo mas grande y con algo mas de experiencia era el que le ponia freno a las situaciones que se descontrolaban. Simplemente porque si bien estabamos a solas sin migradas cercanas, esos encuentros eran en lugares publicos y a plena luz del dia.

Ella no tenia permiso ...