1. Le fui infiel a mi novio con un actor porno en un bus (3)


    Fecha: 29/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos

    Volví del baño desnuda y me senté en la punta de la cama. Máximo estaba de pie, desnudo, detrás a la cámara. Hacia algo con el lente, presionaba algunos botones, parecía querer buscar el plano correcto.
    
    ─¿Falta mucho? ─pregunté
    
    ─Ya casi. Tené en cuanta de que cuando alguien hacia esto, yo esperaba ahí donde estas vos.
    
    ─¿Y cómo esperabas? ¿Qué tan real es lo que vemos?
    
    ─Si te cuento, te vas a llevar una gran decepción, querida.
    
    Luego me contó que el problema menor era acomodar las cámaras y las luces. Que, a pesar de que los actores llegaban a excitarse, había todo un trabajo previo que no tenía nada que ver con lo romántico. Y tiene sentido. Cuando empezamos a ver un video, el actor siempre esta con la pija dura y enorme, algo que, para que suceda en la realidad, lleva su tiempo. En el porno también. Me contó que minutos antes a comenzar el rodaje, los actores suelen encerrarse en un baño a mirar porno y masturbarse. En primer lugar, para lograr la erección. Y en segundo, luego de acabar, para que la cogida dure más tiempo. Aunque reconoció que también un problema frecuente es el hecho de no poder acabar durante la escena, por lo que es común detener la grabación y volver a masturbarse para, finalmente, llegar al orgasmo que nos muestran.
    
    Luego de varios minutos, dejó el sitio en el que estaba y se acercó a mí. Su pija grande, pero no erecta, me llenó de ternura. Comencé a acariciarla despacio, mientras sus grandes manos me amasaban las tetas. Llevé su pija a mi boca, grande, suave y gomosa. La chupé cada vez con más ganas, sintiendo como a cada instante se ponía más dura, para finalmente llenarme la boca. Durante largo rato dejé que me cogiera la boca, para después concentrarme en comerle las bolas. Su suavidad y redondez las hacían deliciosas.
    
    Después de un rato, hizo que me recostara en la cama, con las piernas abiertas y colgando, y dedicó media hora a chuparme la concha. Primero, con suaves y tiernos lengüetazos, para ir subiendo la velocidad a ritmo frenético. De a ratos me metía uno, dos dedos, haciéndome desbordar de placer. Luego de mi primer orgasmo, me hizo poner en cuatro, con mi culo apuntando directamente a la cámara. Me lo besó, me dio algunas mordidas que me encantaron, para luego chupármelo con gran deleite. Casi sin esforzarse demasiado, su lengua me penetró completamente. Era extraño sentir algo con esa forma y esa textura adentro de mi culo, pero me encantaba. Mientras chupaba, sus dedos no dejaban de entrar y salir de mi concha.
    
    Cuando estuve totalmente lubricada, sus dedos comenzaron a entrar de uno a mi culo, haciéndome gritar de placer. No daba más, necesitaba sentir su pija adentro mío, sin importar por cual agujero entrara. Estaba delirando de deseo, cuando de repente me tomó de los brazos, tiró hacia él y me puso de pie, para luego sentarse en el borde de la cama. Me hizo girar, quedando de frente a la cámara. Yo me senté en su falda y busqué su boca. El beso fue apurado y corto, porque de ...
«123»