El constructór amigo…. - Relatos Eróticos

El constructór amigo….

... cambiámos posiciónes en tiémpos, y estándo en un #69, ella me describió la cara que él tenía… Ésa mísma tárde, llamáron al portón, éra el chico éste, saludó y me pidió de favór que si podía guardár en mi pátio unas cosas pués no había más espácio con mi vecíno, Óbvio le díje que Sí… Y pasó unas cosas entónces, y me pidió también podér metér su moto en lo que laborába… Le díje con intención; «Puédes metér lo que gústes, es tu casa» dejámos pasár 3 días sin que le diéramos vísta, al 4° día, Dayán lo esperába desnúda cargándo de nuévo la lavadóra, désde mí ventána del cuárto le ví llegár, le avisé que comenzára , y fué cuándo entró y al acomodár su moto se encontró de frénte con ella, la saludó un tánto tímido, ella le respondió y entró rápido al interiór.. frénte al ventanál se púso un vestído, él la mirába de pié en el pátio, luégo salió con él, «disculpándose por ése mal moménto…» jaja, Se quedó sín palábras… y se fué a laborár.. Más tárde salí al pátio, hacía el aséo de la hojarásca, y saludó désde lo álto, comenté del calór que hacía, le ofrecí una cervéza y bajó prónto, le díje no sabér su nómbre, se sonrió y trás de disculpárse, preguntó también los nuéstros, Láuro, y respondí, Sergio y Dayán, después le díje que podríamos tomárnos unas al día siguiénte, para no afectár su labór, y regresó a continuár en lo suyo…

Cuándo se retirába le recordé de las cervézas, me díjo que si estába bién después del médio día, y quedámos en éso… Al día siguiénte, Dayán fué con una prima a encargár a nuéstra família, regresó un poco tárde a propósito, le dí una cervéza, me díjo que había estádo bebiéndo con la prima, los 3 estábamos entusiasmádos de estár júntos, la confiánza crecía además de nuéstro deséo, ella estába de frénte a él, y descuidádamente abría las piérnas, dejándo cláro que no tenía panties, más tárde se levantó y cerró las cortínas pegándo su cuérpo en Láuro, y él le cogió de la cintúra, con el códo metído éntre sus piérnas, me levanté de inmediáto y fuí a la cocína.. a lo que fuéra, désde ahí miré que él se levantó y díjo qué cerraría las cortínas jústo cuándo ella subiría el pié sóbre el sillón, trágame tierra, dejó ír la oportunidád en sério, Dayán se sonrió y le díjo;Que caballero sóis, Cheko ní se hubiéra paráo de su asiento…» .volteó a vérme cruzándo los ojos y sacándo la léngua, tán sólo sonreí, pero en fín, tendríamos la noche más que compléta según ésto… Entró conmígo a la cocína, me acariciába los cojónes, le díje que quitaría su silla, y que fuése al sillón con él, y habér que se le ocurriría hacérle…Regresé yo priméro a la sála con hielo en la bandéja, no lo quería embebído del todo, cuándo llegó ella, me reclamó de su silla y se sentó al ládo de Láuro, volteó a vérlo y le díjo lo rico que olía su loción, y pegó su naríz en el cuéllo y le recorrió hásta la oréja… Pasándo la léngua en su piél al mísmo tiémpo, y él se contrájo pegándo la cabéza al cuéllo, se púso la mano en su entrepiérna Dayán me guiñó un ojo, y con la miráda le ...